Nuevo sistema de acceso a la docencia

Está claro que se avecinan tiempos difíciles en educación, no sólo por estar en precampaña electoral y existir incertidumbre sobre el futuro inmediato, sino también por los ataques directos que en algunas Comunidades Autónomas está sufriendo la escuela pública y el profesorado. Mucho me temo que de nuevo aparecerá el fantasma, siempre presente en este país, de lo público frente a lo privado. Pero en este debate no entraré por ahora. Me gustaría dedicar unas líneas a comentar el borrador que maneja el ministerio de lo que será el nuevo sistema de acceso a la función docente mediante un concurso-oposición y una fase de prácticas. Lo preparan el MEC y los sindicatos, será el “reglamento general de ingreso, accesos y adquisición de nuevas especialidades, en los cuerpos de funcionarios docentes a que se refiere la Ley Orgánica de Educación (LOE)” y además se tiene la intención de que entre en vigor en 2012. Como digo, hay unas elecciones por delante, pero no estará de más ver lo más significativo del mismo.

Tal y como se recoge en la revista Comunidad Escolar del pasado 29 de julio está previsto que el Ministerio y las Comunidades Autónomas realicen convocatorias conjuntas, para cubrir “en un mismo procedimiento selectivo” las plazas vacantes que correspondan a sus respectivos ámbitos de gestión. Además, regula las funciones, composición y funcionamiento de los órganos de selección, así como las bases y contenidos de las convocatorias y los requisitos que han de cumplir los aspirantes. Y establece que el sistema debe permitir “comprobar los conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes propias de la capacitación profesional docente, por lo que se evaluarán no sólo los conocimientos específicos, científicos y técnicos de la especialidad a la que se opta, sino también la competencia pedagógica y didáctica y el dominio de las técnicas necesarias para el ejercicio docente”. Según determina la propia LOE, el sistema de ingreso en la función pública docente consistirá en un concurso-oposición, con un posterior periodo de prácticas. En la fase de oposición “se valorará la posesión de los conocimientos específicos de la especialidad a la que se opte, la competencia pedagógica y didáctica, y el dominio de las técnicas necesarias para el ejercicio docente”. Se desarrollará mediante dos pruebas de carácter eliminatorio “que se convocarán, según corresponda, de acuerdo con las especialidades docentes y guardarán relación con los temarios establecidos para cada una de ellas”. Dichos temarios serán aprobados por el Ministerio, previa consulta con las Comunidades autónomas.

La fase oposición constará de dos partes, que se valorarán independientemente y serán eliminatorias. La Parte A estará basada en las competencias científicas, consistirá en el desarrollo por escrito de 10 o 15 “preguntas cortas” sobre todo el contenido del temario, y “determinará el nivel de conocimientos y capacidades correspondientes a la especialidad”. La parte B tendrá carácter práctico, y estará formada por una serie de ejercicios “que permitan comprobar que los candidatos poseen la formación científica, y el dominio de las habilidades técnicas correspondientes a la especialidad”. Esta primera prueba tendrá una valoración de 0 a 10 puntos, correspondientes a la suma de las puntuaciones de cada una de dichas partes, que se valorarán de 0 a 5 puntos, con dos decimales, siendo necesario conseguir al menos 2,50 puntos en cada una para superarlas.
La segunda prueba “tendrá por objeto determinar el nivel de adquisición por parte del aspirante de la competencia pedagógica y didáctica, así como el dominio de las capacidades necesarias para el ejercicio docente y las habilidades didácticas correspondientes a la especialidad a la que se opte”, valorándose especialmente la incorporación de las TIC a la práctica educativa. Consistirá en la preparación y exposición oral de la organización de las actuaciones necesarias ante un supuesto práctico, de entre tres propuestos por el tribunal, “relacionados con el ejercicio de las funciones docentes de la correspondiente especialidad”. Se valorará de 0 a 10 puntos, debiéndose alcanzar al menos 5,00 puntos para superarla. La puntuación total de la fase de oposición será la media aritmética de las dos pruebas que la componen, y se considerará superada cuando sea igual o superior a 5,00 puntos.

Quienes superen la oposición accederán a la fase de concurso, en la que se valorarán, “en la forma que establezcan las convocatorias”, los méritos de los aspirantes según los baremos establecidos en las convocatorias, que deberán respetar las especificaciones básicas y estructura que se recogerán en un anexo del futuro real decreto. Tendrá una puntuación máxima de 3 puntos, obtenidos mediante la suma de las puntuaciones correspondientes a la valoración de la experiencia docente (hasta 3 puntos) y a la formación académica (3 puntos como máximo). Si dicha suma es superior a 3, la puntuación de esta fase será de 3 puntos.

La fase de prácticas se desarrollará en un centro docente público en el que se impartan las enseñanzas de la especialidad a la que se presenta el candidato, y que cuente con un “Plan de Prácticas”. El aspirante impartirá docencia directa durante un curso académico en grupos de estudiantes de los cursos o niveles de su especialidad, en un máximo del 50% de su horario. El resto de su dedicación se desarrollará conforme al citado Plan, todo ello bajo la tutoría de profesores experimentados. También deberá elaborar una memoria didáctica de uno de los cursos, de los niveles o etapas en que haya desarrollado su docencia directa, que deberá ser presentada y defendida ante un tribunal en el momento que establezca la Administración convocante. Esta fase de prácticas se evaluará “de forma que se garantice que los aspirantes posean las capacidades didácticas necesarias para la docencia”, y se calificará a cada uno de ellos en términos de “apto” o “no apto”. Los que no la superen podrán ser autorizados a repetir esta fase por una sola vez, ocupando en esta promoción el número de orden siguiente al del último seleccionado en su especialidad. Quienes alcancen la evaluación de “apto” serán seleccionados para una prueba final de carácter empírico, que constará de dos partes: una parte A consistente en la presentación y defensa de una memoria didáctica; y una parte B que consistirá en la preparación y exposición de actuaciones ante un supuesto práctico, relacionado con el tipo de alumnado del centro donde se han realizado las prácticas.

Autor: Administrador

Profesor titular de universidad Área de Métodos de investigación y diagnóstico en educación Universidad de Jaén

11 opiniones en “Nuevo sistema de acceso a la docencia”

  1. Bueno pues yo quería comentar esta notícia debido a que me he presentado este año a oposiciones y es algo que me interesa y donde me involucro.
    Estas nuevas pruebas que quieren imponer me parecen bien siempre y cuando den la oportunidad a la gente de poder aprobar y sacar nota para poder incorporárnos en el mundo laboral, ya que parece que no te vale con preparte un año o dos oposiciones sino que luego te hacen (si es que lo cumplen al fina), unas pruebas que te van eliminando. Por un lado me parece bien porque van eliminando gente y pueden existir más posibilidades, pero por otro lado no porque como es tan subjetivo, tu sales tan contenta/o de tu examen para que luego te digan que desde su punto de vista no son respuestas adecuadas para poder aprobar una oposición, que lo sienten mucho y que lo vuelvas a intentar dentro de otros dos años que tendrás más suerte.
    No tengo nada en contra ni mucho menos de los miembros de los tribunales, porque parte de la culpa no es suya ya que deberían de poner unas pruebas más objetivas donde ellos/as no estuvieran involucrados.
    Este nuevo modelo si es para mejorar lo apoyo sin duda pero todavía queda mucho tiempo y lo que no pueden pretender es que estudiantes en este caso como yo, nos apuntemos a una academia a pagar dinero para que luego se decida que no se convocan, por cambio de gobierno, por la crisis ecónomica o por cualquier excusa que nos quieran decir.
    Creo que nuestra profesión no está suficientemente valorada en el sentido de las pruebas, porque no entra el mejor, entra el que mejor día tenga, que le caigas en gracia al tribunal o por miles de factores que casi toda se centra en una que es la suerte.
    Lo único que espero es que lo hagan de la mejor manera posible y que nos den la oportunidad a todos/as y que saquen las plazas necesarias dependiendo del personal que se jubile en esos dos años anteriores a las oposiciones. Hay que tener ánimo y seguir intentándolo ya que es lo único que nos queda

  2. Yo también quiero comentar esta noticia, porque aunque no me haya presentado este año a las oposiciones, al fin y al cabo es algo que tarde o temprano haré.

    Los cambios que quieren hacer me parecen bien, siempre y cuando se nos den a todos las mismas oportunidades, porque no es justo que porque seas demasiado joven y no tengas experiencia no te merezcas una plaza como maestra y tengas que volver a presentarte de nuevo (con todo el gasto de dinero y esfuerzo que conlleva) incluso aunque hayas hecho muy bien todas las fases de oposición.
    Creo que el gran problema es que la carrera de magisterio y la educación en generar no se le prestan tanta atención como se debiera. Ya desde la universidad, la carrera de magisterio tiene una nota de corte muy baja, y se meten en la carrera mucha gente a la que no le ha dado la nota para la carrera que quería, dando lugar a maestros sin vocación que están a cargo de 25 o 30 niños, que luego, tal y como dice Juani, pueden tener suerte en las oposiciones y obtener plaza como maestro, sin querer serlo, simplemente por las “vacaciones” y el “sueldo” y no porque de verdad le guste la docencia. Además creo que el procedimiento que se lleva a cabo en las oposiciones no es el más idóneo, y siempre que den prioridad a los interinos porque lleven muchos años de experiencia, aunque hayan suspendido el examen, no nos darán oportunidades a los maestros nuevos, por tanto no llegaremos a tener experiencia si se nos sigue despreciando (claro está que yo hablo desde mi punto de vista, un interino argumentará que vale más dos años de experiencia que un simple examen). A ver, estoy de acuerdo en la experiencia es importante, pero si se le da tanta prioridad, los maestros que realicen por primera vez las oposiciones siempre se quedarán sin plaza porque no tienen experiencia. El último punto por el que creo que la educación está más desprestigiada que otras carreras, es cuando ya tienes tu plaza y te dan un aula para que impartas clases a un grupo de niños, sola, sin saber muy bien si lo vas a hacer bien o no. Aquí lo ideal sería estar con un tutor en la clase todo el año y que te vaya guiando en la medida de lo posible, pero claro el Estado no puede permitir pagar a dos docentes para un mismo aula, pero ¿porqué esto si se hace en medicina y no en educación?

  3. Estoy de acuerdo en una cuestión prioritariamente:
    la primera es el hecho de tener presencia la parte B o prácticas, ya que no es la capacidad cognitiva, como hoy día podemos conocer (la gran cantidad de recursos están disponibles en la red, potenciar la capacidad de haberse aprendido la lista de reyes godos, tal y como está hoy la docencia, tecnológicamente hablando podemos encontrarlo a un solo clic y pedagógicamente parrafraseando cuando nos encontramos con “clases ingobernables” que no sabemos sacar a delante. Creo que estos principios ponen de manifiesto la necesidad de “saber enseñar”, es decir de conocer posibilidades de trabajo en el aula. Por ello en mi opinión debe cobrar importancia la practicidad de las oposicones. Tanto si es de un año a tiempo medio, lo cual considero escaso. Sino más bien un año completo que posibilite la organización de los grupos de alumnos durante una actuación consensuada y clarificadora.

  4. Hola Antonio,
    respecto al artículo publicado quiero hacer una serie de aportaciones que quizás comparta con ciertas personas y difiera con otras.
    En primer lugar, considero que aún no se ha establecido ninguna forma de oposición “JUSTA” en el tema de Educación. Otras oposiciones al estado público español también presentan exámenes eliminatorios, e incluso las que se avecinan, ya estuvieron implantadas hace unos años para acceder al cuerpo de maestros y maestras, por lo que no debemos tenerles miedo. Considero que un examen eliminatorio, catalogará a los opositores de aptos y no aptos para pasar esos determinados exámenes; pero no valorará vocación, esfuerzo, dedicación, sabiduría, experiencia, etc. En un momento dado, entran en juego estados de tensión, extres, nerviosismo, … que hacen que todo el trabajo de un año, dos, tres,… caiga por el propio peso de la traicción. Pero el caso es, ¿y qué sistema es el justo? ¿qué oposición sería la más justa y que tuviera en cuenta todos estos factores? Quizás un tipo test, donde entre en juego todo el temario, de una manera más objetiva, sería una respuesta a la parte teórica. Desarrollar un tema, como se ha hecho siempre, no es la manera más justa de evaluar si estás capacitado para ser maestro o no. Quizás un tipo test se acerque más a la justicia que reclamo. Estas oposiciones no son más que un juego, donde quien juega son aquellos que desarrollan un tema que agrada a quien lo corrige. Un mismo tema, en manos de treinta personas de tribunal, será valorado por una puntuación diferente en función de los criterios de cada uno. ¡No es justo! Debería haber una fase de prácticas, donde se demostrara verdaderamente si estás capacitado para enseñar o no. Cuántos obtienen su plaza y carecen completamente de vocación respecto a la enseñanza…. Todo esto me indigna. Soy opositora, he opositado y opositaré próximamente. Y lo que no quiero es caer en el desanimo que produce esta injusticia. Solo pido un sistema justo de evaluación, y no uno donde salgan adelante aquellos que, unos por suerte, otros por estudio y esfuerzo, sean puntuados subjetivamente como válidos.

  5. Bueno, yo como opositor del año pasado quiero comentar mi oponión sobre este tema, ya que con todos los posibles cambios que se quieren establecer, me hayan tocado las dos formas de elección de maestros/as.

    Yo creo que en primer lugar sería importante pensar que mejoras o qué aspectos se introducen para mejorar las oposiciones. Anteriormente, y como todos sabemos, cualquiera persona que tuviera un buen número de años de experiencia tenía “medio hechas” las oposiciones, ya que un opositor que se presenta por primera vez no es competencia, a no ser que su nota fuese muy alta. Por tanto, con un examen medio bajo y una defensa del guión de la programación tenía todas las de ganar.

    Yo que no tengo experiecia docente, me viene “perfecto” este nuevo sistema de oposición,porque el hecho de valorar la experiencia docente a un máximo de tres puntos al igual que la formación académica es una ventaja para una persona que está en mi situación. Está claro que la igualdad en este tipo de pruebas es básica y aunque la experiencia es un grado, la formación también, así que por ese lado lo veo bien.

    Pero claro, si yo llevase 8 años de interino, pues me molestaría este sistema, porque no creo que alguien se que se presenta por primera vez tenga la misma soltura que yo a la hora de dar clase, tratar a los alumnos…en fin, todas los aspectos que rodean a un maestro/a.

    Pero también digo que mucha gente que lleva siendo interina mucho tiempo se aprovecha de esa situación y el examen no le afecta prácticamente, por tanto, si una persona saca una nota alta que merezca una plaza, se la ha ganado como quizás se la ganó un antiguo interino en convocatorias anteriores.

    Sobre las pruebas, creo que son más difíciles que las anteriores, aunque también es bueno porque exigirá mucho más de una persona que opta a un trabajo de por vida (aunque visto lo visto, hasta ya dudo) y con un buen sueldo, por lo que es justo. Este sistema de oposiciones hará que más uno/a se piense dos veces el preparárselas, porque creo que van a ser más difíciles de estudiar que las últimas oposiciones.

  6. Bueno en mi opinión el nuevo sistema de oposición traerá discrepancias por su diseño, los nuevos opositores seguro que están más a favor de este tipo de oposición que los interinos que no lograran una plaza fija en el último concurso pues digamos que se le resta algo de importancia a la experiencia. Sinceramente veo un tipo de oposición con un nivel de dificultad superior quizás orientado a los tiempos que corren y las pocas plazas que salen…

    Sinceramente pienso que a día de hoy no todo el mundo se prepara las oposiciones con la suficiente convicción para aprobarlas, y sigue estando el “haber si cae la breva” para mucha gente. Al aumentar la dificultad considero que las personas que realmente vayan a por ellas al 100% tienen más probabilidad de sacarlas que las anteriores pues siempre estaban los interinos…

    Con respecto a mi opinión personal sinceramente no me gusta ni el formato anterior ni el actual pues considero que si una personas saca en una oposiciones un 9,5 por poner un ejemplo y se queda sin plaza, cuantas veces debe esa persona demostrar que está capacitada para tener una plaza. En mi opinión las notas de los opositores deberían permanecer pudiendo estos volver a presentarse para aumentarla, pero quedando su nota vigente de cara a la obtención de una plaza, realizando algo parecido a una lista. Otro aspecto que tampoco comparto es la corrección por parte de los Tribunales pues la objetividad de unos a otros es cuanto menos cuestionable…

    Para terminar me gustaría compartir mi opinión, pues considero que el método teórico adecuada a las oposiciones es el que se desarrolla en torno a el resto de los funcionarios, una prueba completamente objetiva como serían los test, de la dificultad que se crea conveniente y que sirva de corte para una prueba práctica o Plan de Prácticas como se menciona pero que tenga en la objetividad su base.

  7. Buenas tardes:
    Hay mucho que decir con respecto al sistema de acceso a la función pública docente. A menudo, los que estamos en activo, nos quejamos sobre compañeros que están o nos llegan a los Centros sin saber dónde tienen la mano derecha. Los directores se ven en verdaderos aprietos cuando piden referencias a otros Centros donde estos compañeros han impartido docencia y éstas no son todo lo buenas que esperaban. Dada la situación el siguiente paso es tapar lo que podamos al compañero y echar el año como Dios nos dé a entender. Se procura no darle tutoría para evitar posibles problemas con padres/madres y, si no hay más remedio que dársela, le damos la que consideremos será más llevadera. En lo que hace la inspección ante estos casos lo dejaré para otra ocasión, pues ahora quiero centrarme en el sistema de acceso a la función pública docente. El sistema no es bueno y soluciones para mejorarlo las hay, pero hay que tener voluntad para llevarlas a cabo. Tengamos en cuenta que cuando alguien aprueba las oposiciones o comienza a trabajar como interino, llega al Centro de destino, se mete en su aula y se las apaña del mejor modo que sabe y puede. Si encuentra con un equipo docente “medio-apañado” le echarán una mano en lo que a papeleo se refiere, pero de decirle como se inicia la división ni hablar, que tenemos libertad de cátedra y aquí nadie le dice a otro como tiene que hacer las cosas. Pasará el tiempo y a base de ir dando tumbos, por ensayo y error, por intuición o por lo que sea, el maestro va aprendiendo y consolidando su quehacer. Así empezamos todos y mientras esto no cambie así seguiremos haciéndolo.
    Cuando de oposiciones se habla, se suele cuestionar la transparencia de las mismas. Esto es fácil de solventar y se me ocurre que con solo cambiar a los presidentes de los tribunales de provincia sería suficiente. Me voy a arriesgar a proponer un sistema: Debemos pensar en el perfil de profesor que necesitamos y definir muy bien las funciones que queremos que desempeñe y en base a eso establecer una primera fase de acceso (exámenes teórico-prácticos, test psicológicos y entrevistas) y una segunda fase práctica remunerada y tutorizada (a tiempo completo), con un periodo de duración de unos tres cursos. En este tiempo el práctico deberá pasar por todos los cursos de la etapa en la que desarrollará su vida profesional, haciendo especial hincapié en aquellos aspectos considerados “caballo de batalla” en cada curso. Para que esto funcionara, cuando uno pasa una fase del concurso-oposición por una determinada especialidad, no deberían adjudicarle otra distinta para la realización de prácticas. Los tutores de prácticas deberían estar mejor seleccionados, pues no todos los que estamos somos lo que decimos que somos.
    En fin no me queda más que animar a mis compañeros y decirles que el acceso no está tan complicado, entrar se entra y aprobar se aprueba. No sé si se endurecerá a partir de ahora, pero lo pongan como lo pongan las plazas que oferten tienen que dárselas a los mejores y esos sois vosotros.

  8. Buenas noches:
    Me he animado a intervenir sobre este artículo del blog de Antonio porque el debate sobre el sistema de oposición es viejo en el mundo de la educación y creo que es un asunto sin resolver. Mira que se le ha dado vueltas; y las que le quede. Está claro que los modelos elegidos hasta ahora no han funcionado. Y esto ha ocurrido por varios motivos. Me voy a centrar en un solo aspecto por no cansar a los lectores; pero aquí hay tela que cortar. Una de las cuestiones que no se ha abordado, al menos que yo recuerde, es el aspecto de aptitud psicológica para la docencia. Todos tenemos en la mente recuerdos de docentes, en todos los niveles educativos, que han sido y son un desastre en las aulas, sin menospreciar otras aptitudes y cualidades en esas personas. Es una lástima ver en los centros docentes españoles a personas con muchas cualidades profesionales y humanas, pero que no son aptos para la docencia con alumnos. Estas personas cuando día a día tienen que ponerse a dar clase pasan por situaciones muy difíciles. Situaciones que perjudican a todos: a ellos mismos, ya que se van dando cuenta que esta profesión no está hecha para ellos, con las consecuencias que esto puede acarrear a nivel personal; a los alumnos, que ven cómo esa persona no les enseña nada y pasan a molestar; al propio centro educativo, porque esto deriva en problemáticas diversas y complejas que acaban por afectar a todo el claustro de profesores de una u otra manera. Para dar clase hoy día se requiere una serie de cualidades que no todos poseemos. La solución sería pasar, como se hace en otras profesiones, test psicológicos que evalúen las aptitudes personales de esos opositores para impartir docencia. Tenemos que asumir que no todos valemos para enseñar. Y creo que alguien debería decírnoslo, aunque eso no sea fácil ni agradable. Creo que va siendo hora que se aborde esta cuestión y tal vez conseguiríamos prestigiar nuestra profesión, pues es vox pópuli que lo que hace un maestro lo puede hacer cualquiera. Estos comentarios livianos, fruto de la ignorancia, obvian la capacitación profesional en cuanto a contenidos, recursos, metodologías, … , las horas de dedicación, la formación continuada, el conocimiento que hay que tener para tratar a niños y adolescentes de una forma óptima que facilite su aprendizaje y la transmisión de valores.

  9. Feliz Navidad a todos,
    Sobre el artículo del nuevo acceso de oposición al cuerpo de maestros/as, sinceramente, no estoy nada de acuerdo, y comento el por qué. Actualmente estoy trabajando como interina, ya me he presentado dos veces, me considero una persona afortunada porque estoy haciendo lo que mas me gusta y es estar en el colegio, con los niños/as, enseñándolos, además mi curso es de 4 años y tienen tantas ganas de aprender cosas nuevas, que estar con ellos me da la vida. Y ahora viene el pero…
    Con este acceso de oposición TAN SUBJETIVO, puesto que el miembro del tribunal no tiene puntos de referencia para valorar el examen, simplemente lo valoran como ellos estiman oportuno, además si sumamos que es eliminatorio y que solo pueden pasar a la siguiente prueba un tanto porciento de aspirantes, lo veo realmente dificil. Porque puedes salir muy contenta del examen y luego te ponen la nota que realmente no te mereces. Es mas bien, tener SUERTE.
    Si es verdad, que ya quedan muy pocos interinos de la bolsa brindada, y que ya es mas fácil conseguir una plaza, porque los interinos que estamos trabajando ahora y me incluyo yo, con el DECRETO 302, no nos vale de nada ser interino, para los que no están trabajando apoyarán este decreto, pero para mi y para mis compañeros lo veo injusto y antidemocrático ya que estamos divididos en dos bolsas.

  10. Una vez más, este sistema traerá una división de opiniones como el anterior en el que yo me incluí. El sistema anterior de disposición transitoria tuvo también sus debates. Injusticias para muchos y beneficios para otros.

    Está claro que por muy bien que intenten hacerlo siempre saldrá alguien perjudicado, lo que si consiguen con este continuo reciclaje es que seamos un gremio dividido, donde no hay un acuerdo conjunto y donde hay un gran inconformismo.

    Si se lleva a cabo este nuevo sistema de oposición, en lo que respecta a la parte práctica yo si que estoy en total acuerdo. Me parece justo viendo los resultados que hoy por hoy encontramos en muchos centros docentes.

    Necesitamos un cambio, y espero que este sea el mejor modo de hacerlo.

  11. Buenas, con respecto a este tema he de decir que estoy de acuerdo. Si se ponen mas temas, hay que estudiar mas, si se estudia mas se seleccionan a los más cualificados.
    Lo que no estoy de acuerdo es que el sistema de evaluación es totalmente subjetivo, me he presentado una vez a oposiciones y he salido muy desilusionado con esto mismo. ¿En que se diferencia una persona con un 7,000 y otra persona con 7, 2547? Entre esas dos decima pueden encontrarse unas 300 personas,es decir, trabajar tres meses antes o tres meses despues. O sacas un 9.5 o no tenemos nada que hacer, parece un poco surrealista, pero es la realidad de la oposición.
    Un saludo

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