Hoy mismo camino de casa escuchaba en la radio la noticia: los españoles son dentro de la Unión Europea los que tienen más diferencia entre su formación y la que les exige el puesto de trabajo que están desempeñando. Es decir, vamos “sobraos” de formación y, por consiguiente, el sueldo que se cobra no es acorde con el esfuerzo previo del trabajador. Varias lecturas merecen tal dato. Por un lado, que la política tan criticada por muchos, y derivada de la puesta en marcha de la LOGSE y la ampliación de la escolaridad hasta los 16 años ha dado algo de fruto ¿o no es así? Por otro, está claro que se estudia una carrera, que se prepara al alumno para ser competente en una profesión determinada y, finalmente, se termina trabajando en otra muy distinta. Y esto no deja de ser una desgracia para el país, pero especialmente para la persona que ve frustrados años de esfuerzo y dedicación para prepararse en algo que al final sólo queda enredado en el recuerdo de las aulas universitarias. La historia de los egresados es muy dura y muy triste a la vez.
Hace sólo unos dias he regresado de un viaje por tierras de Escocia e Inglaterra y he podido comprobar en toda su crudeza lo que estoy comentando. En cualquier tienda de las muchas regentadas por pakistaníes o por indios, en los pub del más puro estilo inglés, … había personal español. Tras entrar y decirles si hablaban español, el dependiente se dirigía al españolito de turno para que nos atendiera. Con los que pude hablar constaté que eran jóvenes con una carrera universitaria y un buen nivel de inglés. Desde traductores a ingenieros o arquitectos sirviendo pintas en bares ingleses.Vaya categoría, pensé, y qué derroche de inversión pública en formación ¿Para qué? ¡Qué despropósito de la vida!
Estamos en tiempos de crisis, es cierto, pero no deja de ser lamentable que la mejor generación formada de nuestra historia termine realizando trabajos sin cualificar, al menos transitoriamente, porque como profesor universitario albergo toda mi esperanza en que tantas horas de estudio, tantos esfuerzos titánicos para terminar una carrera y obtener una formación de calidad, revierta de una manera real en España.
Es cierto que las agencias privadas de colocación podrían tener un papel importante en la ayuda a la salida del desempleo y a mejorar las condiciones del mercado laboral en España en cuanto a la formación. La dificultades además de no conseguir empleo pasan por aspectos como la formación y a que cada vez crece más la tasa de fracaso escolar en Europa, el año pasado fue del 28,4% la tasa de abandono escolar, España queda segunda al liderar Turquía, en cuanto a abandono educativo.
Según un análisis realizado por 23 expertos las conclusiones que sacaron fueron las siguientes:
Entre los problemas que más urgen solucionar es el desempleo y el paro juvenil, para esto habría que mejorar lo educativo y el laboral. Debería ponerse en estudio profundo mejorar el modelo de orientación profesional, una de las soluciones sería mejorar el papel de los reorientadores de trayectorias y que estos tengan un mejor conocimiento del ámbito laboral y mejorar todo lo referido a la empleabilidad.
Producir una mejora en la educación y mercado, a través de etapas; En la primera etapa, se trataría de la orientación profesional/laboral desde el sistema de educación reglada y a edades más tempranas con esto se lograría reorientar a los jóvenes a niveles más altos en educación y profesiones y que puedan encontrar su posibilidad de empleo.
Un protagonista fundamental son los servicios públicos de empleo para poder orientar y fomentar acciones de formación para una mejora en la inserción laboral a los demandantes de empleo hoy estos servicios tienen un protagonismo básico y en un porcentaje más bajo del que deberían.
De manera que las agencias privadas de colocación podría ocupar un importante papel y en especial cuando están autorizadas a nivel nacional y autonómico, como Élogos, prestando apoyo a los servicios públicos de empleo, en la atención y orientación personalizada a jóvenes que están en paro.
Otro aspecto a mejorar y en la que las agencias privadas de colocación también son importante en la oferta formativa y que la puedan adaptarla al sistema productivo eliminando las deficiencias que hoy presenta.
Un dato que ayuda a comprender es que de 6 de cada 10 titulados de FP de grado medio y superior logran graduarse pero solamente en 5 familias en las siguientes carreras: profesionales administración y gestión, informática, sanidad, servicio socioculturales y transporte de 26 ramas lo que es una muestra del defecto.
Por otro lado hay menos favorecidos, como 1 millón que no poseen competencias básicas. Además deberían fomentarse el primer empleo mediante prácticas. Esto debería suceder ya que está comprobado que en momentos en que la empleabilidad de las personas aumenta accediendo a una experiencia laboral.
También se debería lograr prestarle la mejor cobertura posible a los desempleados que decidan formarse, también está comprobado que por ejemplo unos 500.000 desempleados lograron mejorar su empleabilidad gracias a prestar posibilidades de formación. También demuestra que solamente un 10% de los desempleados recibieron formación.
Por un lado se pide formación por el otro se dice que tiene sus costes, los que buscan soluciones dicen que se puede dar la formación necesaria y bajar costes telemáticamente, lo que subiría el 3% de la formación online para desempleados. Esta formación debería ser a largo plazo, certificada y plurianual.
Otras soluciones son lanzar programas ideados para los que tengan una menor capacidad educativa y programas para los perfiles sobrecualificados
El problema no son solo los jóvenes que les falta cualificación, también los que están altamente cualificados, el 34% de los desempleados así como los que se emplean en puestos con una menor cualificación. En muchos casos tampoco les es fácil encontrar empleo a los que tienen cualificación de sobra y son tan rechazados como los desempleados. Por eso se da el caso de la emigración de los que están altamente cualificados y cuentan con másteres y experiencia a otros mercados como Argentina.
Qué verdad es lo que dices, y que triste a la vez. Hace unos días vi una noticia en televisión sobre este tema, donde decían que el sueldo de los jóvenes no es acorde con su preparación. Lo peor de todo esto es que se va a ir agravando con el paso del tiempo, porque los estudiantes que han terminado una carrera y no encuentran trabajo seguirán formándose, y obteniendo una mayor cualificación, para luego seguir sin encontrar un trabajo acorde a sus estudios, y cada vez tendremos más formación sin encontrar un trabajo acorde a ella.
Hoy en día, está muy difícil encontrar un trabajo acorde con tus estudios, eso todos lo sabemos, y no nos queda más remedio que seguir estudiando o ir a las aceitunas (en mi caso, algo a lo que me negaré en rotundo siempre).
Lo que más me fastidia de esto es que ves que los padres hacen un esfuerzo económico por que estemos estudiando, para que luego no puedas desempeñar un trabajo acorde con esos estudios y tengas que conformarte con lo primero que te ofrecen.
Bajo mi punto de vista el sistema educativo español actual está organizado de tal forma que los estudiantes tengamos que estar estudiando cuanto más tiempo mejor, y que accedamos al mundo laboral y cobremos cuanto más tarde mejor también. Esto supone estar pagando carrera, cursos, etc. con todos los gastos complementarios de alquiler de piso, luz, agua… durante un tiempo prolongado. Además hay que tener en cuenta que no a todo el mundo le dan beca. Y por otra parte supone empezar a ganar dinero más tarde.
La situación va a peor, se exige cada vez más formación pero no se garantiza un futuro laboral. Aunque quizá no sea nada ilógico ya que de alguna forma habrá que entretener a los estudiantes si no hay dinero para sostener a funcionarios y trabajadores.
De todas formas a mí me parece una tontería que se oferten tantas plazas en la universidad si no hay salida. Estamos formando un tapón cada vez mayor, pero cuando el tapón tenga demasiada presión, ¿qué pasará? Yo no lo sé pero nada bueno seguro.
Por tanto, abría que ir pensando en reformar el sistema educativo de cara al mundo laboral, pero hasta entonces sólo nos queda ser optimistas y seguir formándonos, por lo menos sacaremos algún provecho a la vida aunque sea para estar entretenidos hasta la jubilación de yo que sé que trabajo.
Pues la verdad es que todo esto es una pena Antonio. Me acuerdo que hace 15 años tener una formación era motivo de ser llamado para cualquier trabajo y sobre todo el tuyo, esto lo he vivido en mi casa, mis tres hermanos con carrera están trabajando de lo suyo, con “una carrera le ha bastado” y entrecomillo esto por que es una pena que actualmente ya no eres imprescindible por tener una carrera, ni dos, ni con máster… ahora desgraciadamente y conozco casos, tienes que plasmar en el currículo los menores estudios que tienes por que si tienes uno muy engrosado no te quieren ¿Por que? Muy fácil, si eres ingeniero eléctrico te deben de pagar como un diplomado, pero si poseen un modulo en electricidad a ellos le salen mas rentable. Hay personas que me dicen que para que sigo haciendo otra carrera y un máster, que no me sirve para nada… eso hace años era impensable!! pero los tiempos en los que vivimos hacen pensar que aunque tengas 3 carreras te vas a quedar trabajando de todo menos de eso….
Los tiempos han cambiado y me preocupa soberanamente, los jóvenes como yo tenemos unas expectativas que cuando empezamos a estudiar pensábamos que íbamos a cumplir, pero eso hoy en día se nos ha quitado de la cabeza, nos conformamos por trabajar en cualquier empresa, da igual las condiciones y el salario, lo importante es trabajar, cotizar y tener el día de mañana algo, me parece todo esto tan injusto.
Se que estamos en crisis y que estamos en una situación escandalosa de parados, pero los jóvenes necesitamos avanzar y tener un futuro. Espero que todo esto cambie por que la independencia y la estabilidad de una persona ayuda mucho a conseguir el bienestar propio y por supuesto el sentirte realizado por tu labor.
Un saludo a todos y Feliz año nuevo!!!
¡Feliz 2012!:
“Formación y empleo no van de la mano”. Es una frase propia de un país de segunda fila, menos desarrollado que España. Al menos, eso creo. Pero tenemos que descender a la realidad y reconocer que esto nos ocurre. Es vox populi que la formación deja mucho que desear en educación, hablo de lo que conozco. Por mi experiencia, primero, como alumna universitaria de Magisterio, y, luego, como maestra en ejercicio os puedo comentar que ha dejado mucho que desear. En la universidad no me prepararon para ejercer como maestra; empecé a aprender el primer día que me enfrenté a una escuela con 25 alumnos/as. Con los cursos de formación que he hecho con posterioridad, igual. Y tengo que reconocer que cuando empecé a trabajar esto era todavía peor. Se hacían cursos en los Centros de Profesores totalmente alejados de las necesidades reales que había en las aulas. Podría poner muchos ejemplos. Eso desapareció; bueno, casi. Los que hoy se organizan hay que reconocer que contribuyen a la renovación didáctica del profesorado. Ahora el problema está en que cuando los has acabado muchas veces no puedes llevarlo a la práctica en tu escuela, no porque seas torpe, sino porque te faltan los medios y las condiciones para hacerlo.
Otro tema sería el/la ponente de esos cursos. En algunos casos no te explicas cómo esa persona está dando el curso. La capacidad de transmitir, explicar, de empatía,… es nula. Por suerte no suele ser lo normal. En eso sí hemos ganado. Podría seguir hablando de los problemas de formación que adolece nuestra magnífica profesión, pero no quiero ser pesimista.
Entonces, vamos “sobraos” de formación, pero qué formación hemos realizado. Yo lanzaría las siguientes preguntas: ¿la hemos realizado porque verdaderamente hemos querido formarnos o porque nos han obligado para, por ejemplo, poder cobrar los sexenios y cualquier curso valía?; ¿Es justo que en la actualidad los cursos presenciales que se hacen en los Centros de Profesores no solo te cueste tu tiempo sino también tu dinero (llevan, al menos, dos años que no pagan ni una dieta por desplazamiento, y cuando las han pagado no cubren los gastos reales)?; ¿ por qué tenemos que hacer la formación en horas de nuestro tiempo libre, quién nos paga esas horas?…
Concluyendo, estaremos por encima de la media en cuanto a horas de formación, pero ¡qué formación!
Un saludo
Hola a todos y todas!
No me sorprende la noticia que comenta Antonio, respecto a que formación y empleo no van de la mano, ya que por desgracia es una realidad que estamos viviendo a diario. la mayoría de jóvenes que termina carreras universitarias se tienen que ir fuera a buscar trabajo porque aquí en España no lo encuentran, la emigración está siendo muy elevada en estos últimos años.
Pero yo me pregunto ¿para qué queremos tanta formación? si luego terminamos desempeñando otros trabajos muy diferentes a lo que hemos estudiado, o ni siquiera encontramos trabajo.
Además, consultando distintas fuentes, he podido comprobar como este año que acabamos de empezar será un año plano para el empleo, lo que no mejora la situación de la cantidad de jóvenes parados que tenemos en nuestro país. El estancamiento que está sufriendo el mercado laboral español está obligando a muchos trabajadores a buscar oportunidades de trabajo en el extranjero.
Para terminar decir que ojalá que mejoren los datos de empleo para este año y los siguientes porque sino todas las personas jóvenes se tendrán que marchar fuera dejando a España con una población envejecida.
Un saludo.
Pues bien, el artículo expuesto dice una gran verdad comprobada también por mí misma. Es cierto que la mayoría de los jóvenes estudiamos una carrera, algunos hasta dos, y otros siguen formándose después de acabar sus estudio universitarios y aún así se sigue sin conseguir empleo y abandonar el país en busca de trabajo. En mi caso tengo varios amigos a los que les sucede esto y es que es tal la situación actual de país que les es imposible seguir aquí y decideron buscar otro futuro fuera de nuestras fronteras. También es cierto que otros muchos abandonan el país con otros fines distintos como mejorar el idioma, conocer otras culturas… pero la mayoría de ellos lo hacen por falta de trabajo.
Hoy por hoy y según tengo entendido, la situación de paro en España no va a mejorar por ahora lo que va a continuar con el abandono del país por esta gente muy bien formada para buscar otra cosa fuera. <Esperemos que no se alargue mucho esta situación. Un saludo
Ojalá no llevases razón en lo que escribes, pero no va a ser el caso. La verdad es que, en mi opinión, ha estado alimentada de varios aspectos.
En primer lugar, es la época que vivimos actualmente (y con esto me refiero a hace ya unos años, sobre todo, en lo económico). El sistema económico no se ha sabido aprovechar para dar todo lo máximo que tenía de sí para permitir crear el suficiente empleo, tanto público, como privado. Yo como futuro (si Dios quiere) maestro, me veo perjudicado por esta situación económica. Sin ir más lejos, el otro día estaba hablando con mi tutor de prácticas. Estábamos comentando el horario que debe de tener un profesor (18h + jefatura de departamento + guardias + etc.) y me ha dicho que el nuevo gobierno quiere subir las horas de trabajo para ahorrarse un sueldo. No discuto que haya que ahorrar, pero recortar en educación… no me parece lo más lógico. Pero ese es otro tema, me refiero a que encima de las cosas van mal hay muchos campos (y no solo el educativo) que están sufriendo mucho esta economía (evidentemente)
Yo he oído a mucha gente (yo, el primero en muchas ocasiones) que la carrera de maestro no tiene salida por las oposiciones. Es verdad que hay oposiciones y que tanto años estudiando para nada. No, para nada no, lo que pasa es que cuesta sacárselas y ya está. Mientras más estudios tengas más puntos se obtienen para las oposiciones (aunque es verdad que son pocos). Lo que no se puede permitir es que una persona saque 4 puntos menos que tú en un examen y el trabaje y tú no.
En conclusión, pienso que la economía y la organización política y educativa (a nivel profesional público del estado) no va a mejorar mucho estos años, lo que hará que mucha gente que hayan estudiado magisterio o similares tenga que emigrar a otros países como has descrito tú en el blog.
Esta es mi opinión- Un saludo a todos/as.
Es curioso,pero he entrado con la intención de cumplimentar mis dos aportaciones al blog necesarias en la asignatura, y al final me he enganchado con vuestras opiniones, aunque por desgracia no puedo aportar nada nuevo y no me queda mas que añadirme a estas quejas generalizadas y a una causa común: no es justo,pero es así por lo que, no nos queda mas que seguir formándonos en lo nuestro, con la esperanza de que nuestro futuro trabajo tenga algo que ver con nuestra formación,aunque sea minimamente
Un beso para todos y ANIMO
Estoy totalmente de acuerdo en la reflexión con respecto a su contenido, pero no con respecto a su forma.
Hemos de tener claro que nuestros estudiantes no encuentran trabajo aqui, y que decidan irse a buscar LA FORTUNA a otros paises.
Cuando uno llega a un país a buscar trabajo, no es de esperar, que ocupen de primeras puestos directivos o acordes a sus estudios realizados.
Supongo que como ocurre en España, uno tiene que irse haciendo poco a poco su Vida Laboral, y es a partir de la EXPERIENCIA cuando uno, acorde a sus estudios, consigue que las distintas empresas vayan confiando en él y ofreciendo puestos de trabajo en función de sus títulos.
Cuando uno llega a un nuevo país, trabaja en lo primero que encuentra porque ¿ Quien es el maj@, que lleva direno como para buscar durante un par de meses trabajo acorde a sus estudios en otro país?
En un principio, uno perfeciona el idioma y posteriormente como consecuencia de nuestras vivencias conocemos a otras personas, las cuales nos van abriendo camino.
Haciendo mención a la herencia cultural de nuestro refranero español: QUIEN TIENE PADRINO ES EL QUE SE BAUTIZA.
El hecho de que nuestros conpatriotas trabajen de camarer@s, es porque el sector servicios, es el de más fácil acceso y tambien BIEN REMUNERADO.
Quizás habria que haberle preguntado a estos estudiantes, ¿ Cuanto tiempo llevas en este país? Posiblemente dirian que poco.
Desde Alemania y Reino Unido se están reclamando arquitectos e ingenieros, por no hablar de la rama sanitaria, ya que estan deseando contratarlos y pagarles un buen sueldo.
Hablando de nuestra especialidad, desde el Ministerio de Educación se ofertan puestos de profesores en Reino Unido, se reclaman profesores de español desde Alemania.
Bajo mi punto de vista, lo que deberia de cambiar es la mentalidad del SUPER EMPRESARIO ESPAÑOL
La verdad es que esto es un poco desmotivador, que uno intente sacar sus estudios con el fin de vivir en un futuro de ello para que luego tengamos que trabajar en algo que no sea acorde a nuestras expectativas y mucho menos que no esté bien remunerado, la verdad es que no sé que tienen que estar pensando las generaciones más jóvenes, porque ¿Para qué obtener una una carrera con toda la inversión económica que requiere si luego no van a poder encontrar trabajo y por tanto se van a tener que dedicar a otra cosa? Es un poco ilógico en verdad.
Creo que debemos hacer el esfuerzo de aspirar a más, no podemos conformarnos con tan solo un trabajo que no responda a nuestras habilidades ni intereses, ya que nuestra formación debe estar unida al trabajo que obtengamos.
No me imagino trabajar en algo que no responda a mis intereses y habilidades durante tantos años, sería un poco triste la verdad.
Ahora que tampoco no podemos quedarnos en la calle si no hay lugar para lo que en realidad queremos trabajar, en nuestro caso este año no hay ninguna plaza ofertada para nuestra especialidad, si esto sigue así la verdad no sé a qué me voy a dedicar en un futuro….
¡Hola a todos!
Que realidad tan grande es que la formación no va unida al empleo, cuanta gente hay desprovechando sus capacidades y su formación en trabajos en los que no pueden desempeñar sus actitudes como deberían. Y lo peor cuanta gente en paro con un gran currícumum, en verdad es una pena. La mayoría creíamos cuando terminamos el bachiller que lo mejor era estudiar una carrera en vez de un grado superior, porque supuestamente saldríamos más preparados y tendríamos más oportunidades en el mundo laboral, ya nos hemos dado cuenta de que esto no es cierto, más facilidad tienen las personas que han hecho un grado en encontrar trabajo que los que hemos hecho carrera, ya que tienen que cobrar menos, pero también tengo que decir que en la universidad es todo muy teórico y muy poco práctico, a la vista esta en nuestra carrera, donde nuestro periodo de prácticas es tan reducido. En los grados de Formación Profesional los alumnos salen mejor preparados para el mundo laboral, esa es mi opinión, porque lo he podido comprobar ya que la gente más allegada a mí han apostado por los grados, y veo la gran preparación que tienen para desempeñar el trabajo en cuestión, y también he podido comprabar en un caso de unos amigos, que uno tiene un grado medio y el otro la carrera de ingeniería, pues el de la carrera tendrá muchos conocimientos teóricos, pero a la hora de desmpeñar el trabajo, el chico del gardo medio tiene mucha más idea de como hacerlo. Y esto también es una pena, porque todos estaremos de acuerdo en que en la unversidad te hacen estudiar mucho y algunos de esos contenidos no son útiles cuando nos enfrentamos al trabajo. Yo lo veo así, un empresario apuesta por la persona más cualificada a la hora de trabajar y no por la más cualificada en conocimientos, a demás está el aspecto económico, sale más barato pagar a la persona con un título en grado medio o superior que a la persona diplomada o licenciada.
Leyendo este artículo no os miento si os digo que se me saltaban las lágrimas, que cierto es, tantos años estudiando como única forma de subir un peldaño en esta sociedad y ahora me veo, casi con dos carreras universitarias terminadas, ilusión por buscar alguna manera de trabajar en lo que me gusta, pero ninguna posibilidad cercana de poder cumplir esta ilusión.
Y como yo, tantas personas.
Sólo decir que me consuelo pensando que ahora cuando termine psicopedagogía trabajare de lo que me salga, me da igual cuidar personas mayores, que niños, que limpiar, que doblar camisetas, pero desempeñare mi trabajo soñando en que en un tiempo no muy lejano las cosas mejoraran y yo seré una gran maestra,
“se estudia una carrera… y, finalmente se termina trabajando en otra cosa muy distinta”, qué gran verdad!! nos formamos para algo y muy pocas veces terminando trabajando en ello, suerte es si terminamos trabajando al menos en “algo” parecido!! porque en la mayoría de los casos lo que se estudia y en lo que se trabaja no tienen nada que ver. Y esto se puede mirar desde dos puntos de vista: no trabajamos en lo relacionado con lo que estudiamos porque se nos pide experiencia, práctica, pero ¿cómo tenerla si no nos dan una oportunidad?, para tener experiencia, ¿alguna vez tendremos que empezar a trabajar no?, pienso que esto es como la serpiente que se muerde la cola!! sin una cosa no puedes conseguir otra y viceversa; y terminamos trabajando en algo que no tiene nada que ver con nuestro campo, porque en estos sitios no se pide experiencia, y la que se pide no es tan alta como la que tenemos, con los mínimos es necesario, y los tenemos, y con tal de tener algo, nos conformamos y terminamos aceptando dichos puestos!! cierto es también el hecho de la economía, que contar de salir adelante, o tener algunos ahorros, nos quedamos en lo que hay.
Y esto negativiza mucho a las personas, porque varias han sido ya las veces (y no pocas) que he escuchado: “¿para qué voy a estudiar si no voy a trabajar en lo que quiero”, “¿para qué estudiar si voy a trabajar en lo primero que encuentre?”, etc, etc, etc.
Además, por experiencia propia puedo decir que muchas de las personas de nuestra edad (más o menos) que están trabajando, ninguna tiene estudios superiores, y los que los tenemos, estamos en alguno de los casos que se tratan en este tema, o no trabajamos, o trabajamos en bares, pubs…
Buenas tardes, yo al principio no lo veía desde ese punto de vista, pero la verdad que me ha convencido lo que dice vuestro artículo. Un abrazo para todo el mundo desde Madrid.
Demasiada formación, y bastantes menos oportunidades.
No sé exactamente donde radica el problema, por qué razón esta última generación de estudiantes tenemos tanta preparación académica, y no conseguimos un puesto de trabajo digno que recompense todo ese esfuerzo llevado a las espaldas. Quizá la responsabilidad recaiga sobre el sistema educativo español, o más bien diría, sobre la política educativa que se aplica.
Me consta que la Educación española no interesa a los altos dirigentes, que es un tema que no está siendo tratado en consideración, ya no sólo para los miles de jóvenes que estamos labrándonos un futuro, si no para cientos de personas que desde los rincones más escondidos tratan de avanzar y desarrollar sus áreas de aprendizaje de la mejor forma posible, y no cuentan con los recursos necesarios para expandir sus capacidades y potencial.
Es realmente triste, pero a la vez tan real y debemos de aceptarlo, pero creo que debemos reivindicar por una situación mejor y un modelo educativo más práctico y constructivista, donde podamos conseguir oportunidades de trabajo y sentirnos valorados.
Basta de salarios mediocres para formados excelentes.
Me he decantado a comentar este artículo ya que justo ayer leí el siguiente:
http://www.20minutos.es/noticia/2671068/0/titulados-universitarios/formacion-empleo/
Se titula “Cuatro de cada diez titulados universitarios cree que su formación y empleo no se ajustan” y está muy relacionado con el que aquí se comenta de “Formación y empleo no van de la mano”, con la diferencia de que este último se publicó en el año 2011, y el del enlace que he puesto 5 años después.
Considero que esta situación es muy triste, pues, a pesar de que el tiempo pasa, la situación no mejora, y lo que es peor, terminamos aceptándola. Además, con la excusa de que no hay trabajo, cualquier puesto es bueno, sin importar apenas el sueldo o el tiempo que vayamos a estar contratados.
En nuestro país existen actualmente 82 universidades (50 públicas y 32 privadas), mientras que en 1968 solo contábamos con 17. Es cierto que en el pasado los estudiantes contaban con menos oportunidades para estudiar lo que desearan y que la universidad a dejado de ser un organismo elitista gracias al esfuerzo público. Era algo necesario que todo el mundo pudiera acceder a estudios superiores, sin embargo el mercado laboral actualmente no es capaz de absorber a todos los universitarios actualmente. Según los datos de la Clasificación Nacional de ocupación, en ninguna Comunidad Autónoma, el número de trabajadores sobrecualificados baja del 50%, una situación que frustra al trabajador que ve como ha realizado una gran inversión en su formación en vano. Según la OCDE el 90% de los emigrantes españoles tienen un título universitario. Por tanto vivimos en una sociedad altamente competitiva por lo que es difícil conseguir grandes oportunidades laborales y es mediante la perseverancia la única forma de lograr nuestros objetivos.
Realmente esta situación es deprimente.
Esto es lo que lleva a muchos jóvenes ha replantearse la idea de ¿para qué sirve estudiar? porque la mayor parte de tu vida se te va formandote y sí, lo haces porque es tu vocación pero necesitas que eso se te vea recompensado de alguna forma y en muy pocas ocasiones la salida es una plaza de oposición o un trabajo relacionado con tu profesión. y ¿quien tiene la culpa de esta situación? no se sabe a ciencia cierta, lo que si esta claro que a pesar de ser uno de los países que mas gasto económico producimos en educación, estamos en la cola del mundo en cuanto a resultados. Algo está fallando
Creo que aunque el problema está en el Gobierno y en sus leyes y reformas educativas, otra culpa importante la tienen los profesos, en el sentido de que cuando estamos en el instituto no nos orientan bien sobre las carreras que se ofertan, sobre las salidas profesionales que tienen o sobre como está la situación en España ¿Qué profesiones tienen más salidas profesionales? ¿es mejor hacer un grado porque sales mas preparado?
Son preguntas que los alumnos quizás no se hagan pero que deberían conocer las respuestas para saber elegir bien su futuro. ¿De qué sirve tener una carrera universitaria si cuando la terminas no sabes nada? mucha teoría y casi nada de práctica y cuando buscas trabajo te piden experiencia y nadie te la da, la pescadilla que se muerde la cola.
En mi caso tengo una carrera que no me gusta pero que por miedo a defraudar a mis padres no fui capaz de dejarla y empezar otra. El orientador de mi colegio me dijo que estudiar biología para mi sería muy difícil y casi imposible y que optara por alguna otra carrera de letras… no me etiquetó concretamente en nada pero supuestamente su opinión era muy válida, quizás si hubiera hecho lo que yo quería me habría esforzado más, habría estado más motivada y tendría trabajo o quizá no. Pero nadie me informó bien de que existían módulos igual de válidos que una carrera y con los que aprendes mucho más y sales mas formada ¿por qué? porque hacer un modulo era para los “torpes”.
Y aquí estoy, con una carrera frustrada, con un máster que me encantó pero que no tiene ninguna salida, haciendo un máster de profesorado especialidad en educación cuando voy a opositar para una cosa totalmente diferente, con decenas de cursos y congresos y cuya única experiencia laboral es como camarera.
Todo lo contado en este artículo refleja la pura realidad. ¡Cuántos jóvenes acabamos la carrera universitaria, hacemos un máster, cursamos idiomas y aún así no conseguimos un hueco en el mundo laboral!
Por otro lado, tenemos el campo de las oposiciones. Este campo para algunas personas es su primera opción pero para otras es la última cuando se ven frustrados, ya que nadie les da esa oportunidad de trabajo, esa oportunidad para poner en práctica toda su formación y esa oportunidad para desarrollar lo que realmente les llena hacer. Aquí, es donde se produce el atasco de las oposiciones. Pocas plazas y muchas personas. Luchar por un puesto de trabajo que teniendo en cuenta el número de interinos te puede parecer algo imposible y por ello poco motivador. En el año 2016, en Andalucía, se ofertaron 58 plazas de Orientación Educativa, un número de plazas bastante pequeño pero a la vez aliviador teniendo en cuenta que en otros ni se llegaron a ofertar.
Creo que el sistema educativo debería proponer una solución adecuada pensando en las personas que nos formamos a nivel académico y en el derecho de un trabajo acorde a esos estudios ya sea a través del ámbito privado o mediante el ámbito público y en España, sin necesidad de emigrar.
Sinceramente, es una lástima el hecho de que España desperdicie a todos los jóvenes que estamos bien preparados porque no quieran remunerar nuestro trabajo.
Es cierto que estamos pasando una mala época, aunque cada vez vamos mejor, pero no es justo que en grandes empresas se conformen con personal no cualificado para pagarles menos dinero en lugar de contratar a personal preparado.
Pienso que ese es el principal motivo por el que los jóvenes emigramos a otros países, que es cierto que al principio empezamos desde abajo (camareros/as) pero allí podemos encontrar a largo plazo un trabajo relacionado con nuestra carrera, que es para lo que nos hemos especializado.
Aquí, en España, no valoramos lo que tenemos, aunque yo tengo la esperanza de que se den cuenta de que no pueden dejar marchar a su gente que está preparada para ello, ya que es mucho el esfuerzo que realizamos y mucho dinero el que gastamos para tener esa buena formación. ¡La esperanza es lo último que se pierde!
Me siento enormemente identificada con este artículo. Acabé la carrera de psicología hace 2 años, y ni en sueños he ejercido como tal… desde entonces dos veranos poniendo copas en Ibiza, y toda una carera en el grupo Inditex, pasando por Stradivarius, Pull and Bear, Bershka y actualmente Zara Home… en principio para pagar los estudios y para subsistir tras acabarlos…
Me consuela saber que este Máster que curso ahora me habilitará para las oposiciones, el último y más grande empujón que voy a dar…
Indudablemente es un hecho de que esta situación ha ido a peor en nuestro país. Es una pena que profesionales altamente cualificados que finalizan sus estudios en España, tengan que salir fuera en busca de trabajo porque aquí es muy difícil encontrar trabajo de lo que te has especializado. Estamos invirtiendo muchísimo dinero en nuestra formación (y cada vez porque cada vez hay mas competencia y se exige mas) para luego tener que irte fuera y que otro país que no es el tuyo valore tu profesionalidad.
antiguamente tu obtenías tu titulo de la carrera y comenzabas con tu vida profesional, pero ahora si quieres trabajar debes formarte muchísimo mas porque solo con eso no basta y acarrear con todos los costes que esto conlleva.
Esperemos que algún día nuestras carreras, másteres oficiales, cursos de idiomas y el sin fin de méritos que realizamos para nuestro futuro, sean reconocidos en nuestro país y se den cuenta de los grandes profesionales que se tienen y que no se están aprovechando.
Esta entrada fue publicada en 2011 y estando ya a 2019 la realidad sigue siendo la misma. Muchas personas quieren estudiar un grado universitario porque consideran que tener otro tipo de formación los hace peores en la vida, cuando lo que deberíamos hacer es lo que más nos guste y lo que nos hace felices, ya que tendremos que hacerlo durante muchos años.
Es cierto que hay masificación en las aulas de casi todos los grados universitarios y no hay tanto empleo de esa misma profesión para todos los estudiantes que finalizan sus estudios año tras año.
Finalmente, muchos de nosotros (me incluyo como estudiante) no terminaremos trabajando de lo que estamos estudiando porque hay pocas plazas para tanta demanda o por cualquier otro motivo, aunque con suerte podremos terminar trabajando de algo relacionado con nuestra carrera universitaria. En el caso de no ser así, es cierto que posiblemente nos quejemos del esfuerzo que hemos hecho durante tantos años de estudio y que ahora no nos están siendo recompensado como habíamos imaginado, pero quizá seamos felices viviendo en otro país y practicando un idioma extranjero.
Han pasado los años y la situación en nuestro país con respecto a este tema sigue siendo similar. Cada día más jóvenes se encuentran mejor preparados para el mundo laboral.
Sin embargo, nos encontramos con dos problemas, el primero sería que el sueldo no se encuentra acorde a la labor que ejercen ya que le hacen contratos que no son los que deberían por no pagar lo que se merecen. Por otro lado, en la mayoría de los trabajos piden una experiencia laboral que es imposible que estos jóvenes tengan, ya que se forman tanto para que su curriculum se diferencie del resto y tenga más posibilidades de encontrar trabajo que la experiencia laboral es escasa. Solamente pueden contar con las prácticas que en su carrera universitaria o máster haya realizado. Por esta razón, hay que valorarlos más y no dejarlos escapar a otros países.
Me llama mucho la atención este artículo porque yo he sido una de esas españolas que, tras acabar mi carrera de Psicología y realizar un máster en Recursos Humanos, decidí ir a Londres una temporada para mejorar mi nivel de inglés, pues en todas las empresas en las que traté de ser becaria, el nivel de idiomas que se demandaba era mínimo un C1.
Durante mi estancia allí pude corroborar en primera persona todo esto. No encontré ni un inglés con formación en trabajos que no tuvieran relación con sus estudios, y la mayoría de profesiones no cualificadas estaban ocupadas por españoles e italianos, y en su mayoría, con formación universitaria.
Yo estuve trabajando en una reconocida empresa española de ropa, e incluso su funcionamiento era totalmente diferente que en España. Acceder a trabajar en ella en nuestro país es tremendamente complicado, sin embargo allí entrar y ascender fue sumamente fácil, lo que implica que incluso la motivación a los trabajadores no cualificados es años luz mejor que en España.
El problema en España está claro, valoran la experiencia previa por encima de la formación y las actitudes y aptitudes individuales de los candidatos, sin tener en cuenta que muchas veces la ilusión, las ganas y la novedad introduce variables en las empresas que pueden proporcionar muchas más ventajas competitivas. Sin embargo, a la hora de valorar un curriculum vitae, es mucho más rápido contemplar fechas y parámetros objetivos que valorar una persona en su totalidad, aunque a la larga proporcione muchas desventajas a la empresa.
Entonces, al joven español titulado y frustrado por no poder comenzar su carrera profesional, a la que ha dedicado muchos años de su vida a estudiar, no le queda otra opción que aceptar un trabajo cualquiera para ser independiente, emigrar a otros países donde las cosas vayan mejor o seguir su formación hasta que puedan vivir de sus hijos.
Soy de aquellas personas que consideran de vital importancia ser feliz en su puesto de trabajo, veo impensable dedicar mi vida a un fin que no me inspira curiosidad y que no me motiva, porque esa enorme infelicidad provoca a largo plazo un burnout, que acaba siendo sinónimo de una mala praxis laboral, y esto es una seria consecuencia de lo que está pasando hoy en día con el conformismo laboral al que nos están exponiendo.
Realmente es necesario comenzar a realizar un cambio social, a valorar la novedad por encima de la experiencia, e incluso a invertir más recursos en programas que brinden oportunidades a las jóvenes promesas, antes de que su ilusión se vea ensombrecida por la decepción, el conformismo y el resentimiento sin ni si quiera haber tenido la oportunidad de probar su valía, pues es algo que afecta y afectará gravemente al funcionamiento de nuestra sociedad.
Desde mi punto de vista, el sistema educativo que tenemos hoy en día no nos aporta los recursos adecuados para una sociedad tan compleja.
Me refiero con sociedad compleja a que el sistema no está bien organizado, porque lo que hace es que tengamos que estudiar mucho más tiempo de lo habitual. ¿Para qué?, para acceder al mundo laboral, pero no todo el mundo puede pagarse tantos años de estudio, ya que la beca no se garantiza a todos los estudiantes.
El sistema educativo cada vez exige más y más pero sin garantizarnos un futuro laboral. Por lo que respecto a esto, deberíamos plantearnos en reformarlo y adecuarlo a la realidad que tenemos en la calle, es decir, al mundo laboral.
Estoy totalmente de acuerdo con el artículo, y considero que no solo estamos demasiado formados, sino que además lo estamos de forma demasiado teórica para la profesión que después llegamos a ejercer. Es decir, en las carreras y másteres adquirimos una cantidad ingente de conocimiento que finalmente no llegamos a aplicar porque en la práctica no se utiliza. Y además cuando no tienes intención de salir de España pero no encuentras trabajo, lo que haces es seguir invirtiendo en formación, hacer otro máster, otro experto, otro curso, y gastar más y más dinero y tiempo con el objetivo de tener un papel (porque al final es eso) que certifique que tienes esos conocimientos, con la esperanza de que por fin sea suficiente. Por eso la formación profesional tiene cada vez más importancia, porque es una forma rápida y práctica de acceder al mercado laboral.
Muchos jóvenes se van a vivir fuera por tener una experiencia nueva ya que para tener un trabajo mediocre aquí es mejor tenerlo allí, que al menos conoces un país y un idioma diferente en un momento de tu vida en el que puedes permitírtelo. Pero supongo que la mayoría busca crecer profesionalmente y encontrar las oportunidades que aquí no va a tener. Al final es un problema de todos, ya que afecta a las familias,a los estudiantes, a las universidades y al propio Estado.
Leyendo el comentario, una de las cosas que más me ha llamado la atención es la fecha de la publicación del artículo, año 2011, es decir hoy 10 años después es muy triste que la situación para miles y miles de egresados continúe siendo la misma. Porque como bien dice en el artículo, lo malo no es que un joven se vaya a trabajar fuera, lo triste es la cantidad de dinero y tiempo que se invierte en la formación de los jóvenes españoles y que este esfuerzo no revierta en beneficio de España. Cuántos ingenieros, profesores, investigadores, y otros muchos profesionales, se han perdido en el camino, ese camino que se puede estar perdiendo grandes profesionales, bien cualificados. Y lo que es más triste todavía, que en los demás países saben que estamos tan bien cualificados que se dan de tortas para poder tener a un español trabajando para ellos. Un país que no apuesta por la calidad laborar de sus jóvenes difícilmente va a poder mantener a sus mayores, y eso creo que es un fiel reflejo de la crisis que estamos viviendo actualmente y que llevamos unos años padeciendo.
Tras realizar la lectura del artículo, solo puedo decir que lo que se comenta es totalmente cierto y, por desgracia, es la realidad en la que vivimos. Pero esto no es algo que viene de ahora, sino que hace ya muchos años que está pasando esto. Son muchos los años en los que millones de estudiantes no paran de formarse año tras año para intentar tener un mejor expediente con el cual poder obtener un puesto de trabajo, y, con suerte, un puesto de trabajo de lo que te gusta o de lo que has estudiado. Conforme pasan los años, uno mismo ve que eso de “con esto yo creo que ya estoy bastante cualificado para trabajar en lo que deseo y he estudiado”, pero la realidad es diferente, parece que nunca se está lo suficientemente preparado. A pesar de todo esto, nos encontramos con una sociedad en la que cada día más jóvenes se encuentran mejor y más preparados para el mundo laboral.
¿Pero cuáles son los inconvenientes con los que se encuentran los estudiantes? El primero de ellos es que te piden experiencia laboral cuando obviamente es muy difícil tenerla cuando todos te piden lo mismo y, por lo tanto, si todos te lo piden y nadie te da la oportunidad, nunca la vas a tener, es “la pescadilla que se muerde la cola” El segundo de ellos es el problema de los sueldos, gente muy preparada y con un sacrificio enorme a sus espaldas, los cuales no se ven recompensados cuando consiguen el trabajo deseado. Verdaderamente es como si no se valorase su trabajo.
¿Y estos dos problemas a que nos lleva? La conclusión a la que nos lleva es a salir a trabajar fuera del país, donde está comprobado por la gran cantidad de casos que hay, que te ofrecen la posibilidad de trabajar de lo que has estudiado y valorando mucho más el trabajo personal de cada uno en forma de sueldos más sensatos, y, en definitiva, más altos.
Me gustaría acabar este comentario con un dicho popular: “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”.
Nos encontramos ante una cruda realidad en la cual personas con diversas formaciones a sus espaldas están trabajando en trabajos que no sólo no se corresponden con la profesión que estudiaron sino que en la mayoría de los casos no obtienen ni contrato laboral para poder llevarla a cabo.
Es triste ver como cada año se matriculan tantos jóvenes en centros universitarios pensando que les espera un futuro brillante desarrollando esa labor después de esos años. Nada más lejos de la realidad… Esto debería de cambiar, debe de cambiar porque merecemos que cambie. Merecemos tener ese reconocimiento después de tantos años de esfuerzo y formación, merecemos que nos ofrezcan oportunidades laborales sin que tengan en cuenta nuestra experiencia propia ya que, si no me dan una oportunidad nunca tendré esa experiencia.
De igual forma merecemos que se reconozcan nuestra capacidades y nuestro potencial, que se nos tenga en cuenta en nuestra área como profesionales que somos de ella. Se debería de tomar acción en ello y pensar en todos aquellos jóvenes que aún no han podido lograr tener una independencia económica para abandonar sus hogares y no por falta de formación ni mucho menos ilusión o ganas sino por falta de oportunidades aún teniendo todo lo necesario para poder brillar en la profesión elegida.
Como bien se ha comentado la gran mayoría de carreras universitarias están repletas de contenido teórico (el cual es necesario para ejercer la profesión) y apenas dotadas de contenido práctico. Concretamente en el ámbito de la orientación educativa el mayor contacto que puede tener uno con la realidad se da en las prácticas del grado y del máster (que no suelen tener una duración de más de 100 horas) y en los posibles “supuestos casos” que pueden plantearte en alguna asignatura. Nos forman para que seamos expertos en realizar una evaluación psicopedagógica (pasando test y cuestionarios e interpretándolos) pero no para dar respuestas educativas a las necesidades que pueden presentar los alumnos ni a como asesorar al profesorado antes las diversas situaciones que pueden darse en el aula. También cabe resaltar que a diferencia de otras profesiones, cuando uno aprueba las oposiciones entra directamente a trabajar sin ningún referente (suponiendo que está listo para afrontar cualquier situación) a diferencia de los médicos que están “tutelados” durante varios años al aprobar el MIR.
Lo que el artículo refleja es una realidad que muchas personas a día de hoy (24 de enero de 2023) experimentamos. Tanto mis compañeras y compañeros de estudios, como en mi grupos de amigos hablamos sobre dicho tema casi a diario. Se trata de una situación muy frustrante y desalentadora, en la que ya no solo se deshacen las esperanzas y los sueños puestos en un futuro que mucho se distancia del idealizado, reduciendo casi por completo todo interés por seguir formándose; sino que también genera una sensación de “traición” por parte de todas aquellas figuras que nos alentaron a formarnos con la finalidad de optar a un puesto de trabajo, cuyas calidades agradeceríamos a nuestro “yo del pasado”.
Hemos llegado hasta tal punto que, una persona cuya formación le habilita para trabajar en lo que siempre ha querido, celebre el hecho de formalizar un contrato temporal de 2 semanas para trabajar en el puesto de turno en el que haya tenido la “suerte” de ser seleccionado.
Un capital humano que se desperdicia y se ve obligado a emigrar a otros países donde sí se servirán de sus habilidades. Habilidades en las que ha invertido su país natal y que posteriormente no aprovecha, dado que no hay puestos disponibles, puestos que son ocupados por personas que cada vez más ven postergado su periodo de jubilación. Una solución aparentemente útil a corto plazo pero, ¿Qué ocurrirá cuando estos puestos cualificados queden libres y no haya personas que los ocupen? ¿Volverán de aquellos países donde se han asentado y conformado sus familias?
Este artículo es tan real a la par que triste. Aunque hayan pasado ya más de 11 años de su publicación la situación en nuestro país es la misma o aún peor. Después de leer varias entradas me he decantado a comentar en esta porque me he visto reflejada totalmente. Tengo que admitir que tengo 30 años y llevo toda mi vida estudiando sin parar. Finalicé el bachillerato y con muchísima ilusión me matriculé en la carrera que siempre había soñado. Comencé el grado en Educación Infantil, pensando que al terminar encontraría algún trabajo relacionado con mis estudios o que probaría con las oposiciones y podría trabajar. Pero tras terminar la carrera, conseguir el b1, opositar y aprobar, ves que aún queda mucho para lograr trabajar en lo que quieres. Mientras tanto, los años van pasando y aunque los padres no te nieguen nada, necesitas dinero y decides buscar trabajo mientras sigues preparándote de nuevo las oposiciones. En mi caso, mi primer trabajo fue cajera de supermercado durante un año. Al terminar el contrato, decidí seguir formándome y cursé una segunda carrera, grado en Educación Primaria con mención en Pedagogía Terapéutica. Tras finalizar, no tenía más opción que seguir formándome por lo que me decanté, el curso pasado, por realizar el máster en Dependencia e Igualdad en la autonomía personal, al que le ha seguido este año el máster de profesorado por la especialidad de orientación educativa para seguir completando mis estudios y abrir una nueva vía hacia la orientación. Y al que, seguramente, le seguirá el próximo curso el doctorado. Como he dicho antes, toda mi vida estudiando, a veces me planteo que no sé hacer otra cosa más que estudiar, es frustrante comprobar como aun teniendo tanta formación educativa y con buenas notas, no sea significado de tener un buen trabajo o, al menos, un trabajo relacionado con tus estudios.
Además de todo lo ya comentado, extrapolando el tema, esta problemática está afectando a distintos ámbitos sociales. La falta de oportunidades de trabajo nos está frenando en la vida. No podemos independizarnos sin un trabajo, cuando logramos conseguirlo buscamos una estabilidad para formar una familia y cuando por fin tenemos algo de seguridad, la edad ya no es la más indicada para tener hijos. O como se expone en el artículo, abandonamos nuestro país para buscar un mejor futuro lejos de nuestra familia, amigos y de nuestras costumbres. Ojalá pronto este artículo quede como un recuerdo de unos años malos ya superados y que la formación académica si sea sinónimo de un empleo de calidad.
Por desgracia, en la actualidad estudiar una carrera determinada no te asegura que vayas a trabajar de ello. Los tiempos han cambiado y seguirán cambiando, el problema es que quizás haya que renovar los grados universitarios que puede que quizás estén obsoletos y no se ajusten con lo que la sociedad demanda en la actualidad. También, pienso que la orientación en este punto juega un papel muy importante, ya que muchos de los estudiantes se meten a un grado y no saben ni las salidas profesionales que estos tienen. Por ello, creo que desde la orientación se le debería de dar todas las herramientas posibles a los alumnos para que sean capaces de elegir una carrera u otra. De esta forma, quizás muchos se plantearían si realmente quieren realizar una carrera o una FP.
Siempre se nos ha dicho: “Tenéis que estudiar mucho, para conseguir una carrera y tener un buen puesto”, pero esto lamentablemente no es verdad. Actualmente, desempleo y formación van de la mano. Somos muchos los alumnos que salimos de la universidad y no encontramos trabajo. Hablando como maestro y tras mi pequeña experiencia, el docente debe de formarse en todo cuanto le sea posible, pero es cierto que la formación que recibimos en la universidad no nos prepara para enfrentarnos a un aula. El problema viene dado desde la base del sistema educativo, nos enseñan conocimientos, pero no es una aprendizaje competencial que podamos aplicarlo a la vida. Cuestión que la nueva ley recoge, ya que pretende que el aprendizaje de los alumnos sea enfocado hacia la práctica.
Se comentó en clase que en otros países las carreras estipulan el número de alumnos que pueden realizarla en función de las necesidades de la sociedad. Esta cuestión me parece de gran interés puesto que existirían menos parados especializados, pero si eso ocurriese no todo el mundo tendría la posibilidad de estudiar algo que verdaderamente le gusta.
Aunque es un artículo publicado en 2011, a día de hoy desafortunadamente la situación no ha sufrido grandes cambios.
Seguimos viviendo en una sociedad en la que muchos jóvenes seguimos acumulando títulos, adquiriendo conocimientos y formación para intentar abrirnos el mayor número de puertas posibles en el mundo profesional. Pero todo se queda en eso, en la continua formación sin llegar a entrar del todo en el mundo laboral y no por falta de formación, sino de oportunidades.
Además, esta falta de oportunidades es debida a múltiples factores. Por un lado a las vías de acceso al trabajo en el ámbito público, las temidas oposiciones, que suponen mayor dedicación de tiempo y con las que muchas veces no se obtienen los resultados esperados, la tan deseada plaza.
Por otro lado, en muchas profesiones en el ámbito privado las ofertas laborales añaden como requisito (además de la formación) un tiempo de experiencia mínima, que por razones obvias si nunca se nos da esa oportunidad, nunca la podremos obtener.
Como conclusión, hay un problema en la base que debe ser solucionado por los profesionales a los que compete, favoreciendo así que la formación continua se realice por las ganas de seguir aprendiendo y no por la obligación de acumular títulos para intentar llegar a la meta profesional; evitando así también que muchos grandes profesionales desarrollen su actividad profesional en otro país, por no poder realizarlo en el suyo.
No puedo evitar sentirme identificado con esta reflexión. No entiendo cómo se gasta tanto esfuerzo y dinero en formar a una persona, y que se quede en “agua de borrascas”. En mi opinión, es vergonzoso como miles de jóvenes tienen que abandonar su país para buscar empleo en otros países. Es una contradicción enorme, el que formemos a grandes profesionales, para que otros países se aprovechen de ello.
Puedo hablar desde mi perspectiva personal. He pasado por un grado de maestro, he demostrado que soy apto para trabajar en las aulas a través de unas oposiciones (obsoletas y sin ningún sentido), y sigo formándome a través de un máster, aun sabiendo que seguiré trabajando en el misma cafetería de cual empecé hace 5 años.
A veces te sientes poco valorado, y es cada vez más difícil encontrar la motivación que un día tenías por trabajar en tu tan ansiado puesto laboral.
Espero que algún día esto cambie y que todos tengamos el puesto que deseamos, o que tanto esfuerzo y dinero nos ha costado conseguirlo.
Hoy en día formarse es una gran inversión, tanto de tiempo como de dinero; y hay que tener mucha paciencia para trabajar para lo que verdaderamente te has formado.
Yo estudio a la vez que trabajo, porque sino es imposible costear el ritmo de vida de hoy en día y, seguramente, mientras me preparo las oposiciones, tambien trabaje para poder invertir en una buena academia (cosa que seguramente me haga ser menos competente que otros de mis compañeros).
Me da mucha pena acabar mis estudios y tener que esperar más años (todavía) porque lo único que hace es desilusionarme, e igual que a mi a la mayoría de mis compañeros.
Buenos días a todos/as:
Tras leer varios de los artículos publicados en el presente blog, he de decir que, este en particular, me ha llamado especialmente la atención, pues 12 años más tarde de su publicación, la realidad continúa siendo la misma: mucha formación y títulos inanes vs poco empleo. Además, la paradoja de esta fehaciente realidad, es que, cada año que pasa, se nos pide más y más formación, la cual incluso, en ocasiones, no nos garantiza nada, ni siquiera el aprendizaje. Esto último, por ejemplo, se puede observar en cómo la gran mayoría de los egresados, concluimos nuestro plan de estudios sin ni siquiera saber desempeñar las tareas y las funciones básicas de nuestra profesión. No obstante, si bien es cierto, en relación con esto último, parece ya atisbarse alguna intención de cambio, aunque este solo esté pensado por ahora para los/as estudiantes de ciclo formativo, principalmente, de grado superior: la FP dual. Sin embargo, habrá que esperar un tiempo para ver cómo se desarrolla la misma, pues su introducción continúa estando relativamente cruda.
En definitiva, estoy de acuerdo con lo comentado al respecto en opiniones anteriores. La realidad laboral para los/as jóvenes es y seguirá siendo preocupante incluso dentro de unos años pues, tal y como indican las encuestas, la tasa de desempleo juvenil en España es la más alta de la Unión Europea, una realidad que, a mi parecer, parece no preocuparle mucho a quienes nos gobiernan y que, por el contrario, tanto afecta a nuestras perspectivas de futuro como jóvenes que, para poder comenzar a construir nuestra propia vida, hemos de dejar nuestro país en busca de cualquier oportunidad laboral que nos lo permita.