Hace unos días se ha hecho público un informe de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA), basado en una encuesta realizada a 42000 mujeres de 28 países de la UE. En ella se pone de manifiesto que un tercio de ellas, entre 18 y 74 años (unos 62 millones) ha sufrido algún tipo de abuso físico, una de cada diez ha sido agredida sexualmente y una de cada 20 ha sido violada alguna vez en su vida.
No voy a entrar en el hecho de que en muy pocos casos esto se denuncia, ni en la falta de leyes europeas que protejan de manera explícita y sin rodeos los derechos fundamentales de las mujeres, voy a hacerlo en la relación contradictoria que encuentro entre violencia y educación. Me explico. Resulta que los países con más violencia de género son Dinamarca, Finlandia y Suecia, curiosamente con sistemas educativos muy bien situados en el ranking que nos ofrece el Informe PISA. En especial, Finlandia, que aparece como primer país europeo en el listado en competencia lectora, matemática y científica ¿y qué hay de la competencia ciudadana?
El porcentaje de mujeres que aseguran haber sido víctimas desde la edad de 15 años de violencia física o sexual por una pareja actual o pasada es del 52% en Dinamarca, del 47% en Finlandia y del 46% en Suecia. Holanda (45%), Francia (44%) y Reino Unido (44%) son otros de los países donde más mujeres reconocieron haber sido víctima de violencia. España, que en el Informe PISA está en un puesto alejado de la cabeza (33), sólo tiene un 22% de violencia, que siendo mucho, está muy por debajo de países que en materia educativa nos llevan ventaja.
Desde mi humilde formación como orientador y tutor, siempre he defendido la educación integral como la base de cualquier sistema educativo que se precie ¿para qué queremos ciudadanos que son un prodigio en sus profesiones si en un alto porcentaje menosprecian a sus parejas, las agreden y abusan de ellas? Las mismas estadísticas que valen para una cosa, son igualmente válidas para otras.
Cuando analizaba recientemente con mis alumnos el modelo educativo finlandés veíamos tras un sistema moderno a familias preocupadas por sus hijos, implicadas en su educación y en contacto permanente con los centros. Pero con estos nuevos datos, he llegado a la conclusión de que esa envidiable educación finlandesa esconde una obsesión por el rendimiento académico y descuida de manera imperdonable la formación de las personas en valores básicos en la sociedad actual, como son el respeto al otro, la tolerancia y la igualdad de género. En el ámbito familiar se vislumbran matices de desequilibro, inestabilidad, machismo y una preocupación por los contenidos instrumentales por encima de la formación del ciudadano en todas sus vertientes. Los años de ventaja en esta materia son sólo fachada, pura estadística, porque la violencia de género destruye cualquier tipo de consideración.
Ese porcentaje del 12 % de niñas europeas que ha sufrido algún tipo de abuso sexual y que a la cabeza estén, entre otros, Noruega, Finlandia, Suecia, Holanda, Francia o Reino Unido, me hace pensar que tal vez la LOGSE o la LOE no hayan sido leyes tan malas como algunos políticos cuentan y hayan servido para poner las bases de la formación en ciudadanía, algo que el PP se ha cargado de cuajo en estos años y mucho más con la entrada de su retrógrada LOMCE ¿Pensarán, tal vez, que el modelo finlandés es mejor?
Siempre se ha tenido la visión de que el sistema educativo español es muy malo, y que había que fijarse en el modelo educativo finlandés y simplemente imitarlo.
En mi opinión y tras los datos presentados en esta reflexión, creo que no tiene nada de que ver el sistema educativo implantado en cada país con la violencia de género, ya que Finlandia está a la cabeza en educación y presenta uno de los mayores niveles de violencia de género, mientras que España está muy lejos de esos terribles niveles.
Para mí, en cualquier parte del mundo, independientemente del sistema educativo, en los colegios e institutos se deben de implantar programas para evitar que esto se vuelva a producir, concienciando a los alumnos de esto y enseñándoles a respetar a todas las personas, sin tener en cuenta si es un hombre o una mujer.
También,estos problemas se deben de tratar con las familias, para que ellos mismos en casa también le enseñen esto.
No hay nada más cierto que la evidencia de que detrás de una persona violenta hay una falta grave de educación. Educar a una persona, en mi opinión, es formarla en todos los sentidos de la mejor forma posible, tanto en el ámbito escolar como personal.
Pueden darse muchos casos de violencia en un aula, por ejemplo, que un niño sea agresivo porque sea lo que ve en casa, para defenderse de abusos, etc. Pero en cualquier caso hay que intervenir antes de que esos niños se conviertan en las personas que le dan sentido a estas estadísticas.
Durante la carrera de magisterio infantil, en algunas asignaturas hemos analizado el sistema educativo de otros países como por ejemplo Finlandia, y he sentido “envidia” porque el trato a los profesores es magnífico, se reconoce positivamente el trabajo de los docentes, pero al leer este artículo y ver los porcentajes me doy cuenta que sólo se centran en lo académico, en que sus alumnos sean los mejores y saquen las mejores notas, olvidándose de que también son personas.
Voy a dar mi opinión acerca de este informe, un informe que me ha hecho pensar y ver la realidad.
Respecto la violencia de género es el día a día, no solo físicamente o sexual, sino psicológicamente, niñas con 15 años que no tienen libertad, no tienen opinión propia, no hacen lo que quisieran, no pasan tiempo a solas con sus amigas, no tienen un día de chicas… y yo me pregunto: ¿la familia lo están consintiendo? , ¿no saben nada acerca de la situación de su hija, sobrina, nieta…?, ¿están atendiendo más lo académico que el estado de ánimo?, no tengo ni idea de la situación de cada familia, pero lo que si se es que hay una cifra muy elevada de adolescentes que están en esta situación, sin que nadie le aconseje ni le abran los ojos, por eso estoy totalmente de acuerdo con el informe, países que son envidiados por su sistema educativo, el cual creemos que es inmejorable, no están mirando su día a día personal, se están centrando en lo académico y no ven el problema de violencia de género en el que están, creo que al ser un gran sistema educativo deberían de plantarse educar a ciudadanos, de hacerles ver la realidad y ver los problemas que su país tiene respecto a la violencia de género.
Tras haber leído este artículo, he de comentar que me han impactado los datos obtenidos en el informe, pues era totalmente ajena a esta información, puesto que sólo conocía datos académicos, desconociendo totalmente otro tipo de datos que hacen referencia a la convivencia, tolerancia, respeto, etc.
No sólo pensaba en estos países cómo en ejemplos a seguir referidos a la educación, sino que pensaba que eran de los mejores lugares para obtener un buen futuro, sus datos son envidiables, obviamente si sólo conocemos los académicos.
No podía imaginar que existieran esas cifras en cuanto al maltrato y violaciones, ¿cómo un país dónde es el primero en el informe de PISA en cuánto a competencia lectora, matemática y científica pueden tener esos resultados en cuánto a mujeres agredidas y violadas? Solía pensar que los países con menos educación y los menos desarrollados como India, Marruecos… eran los que obtenían mayores cifras en machismo y agresiones a mujeres pero tras leer este informe, que me ha hecho reflexionar además de buscar más información sobre el tema, confirmo qué no por ser un país con “una mejor educación académica” necesariamente tiene una mejor educación, sino que al contrario, muchos de ellos se centran y “obsesionan” en datos académicos dando de lado a otros tan importantes para convivir como lo son el respeto, la tolerancia y la libertad, entre muchos otros.
Mi opinión en este tema es clara a parte de leer el informe, la violencia de género es un tema que hay que tratar en la escuela y desde pequeños hacer programas y actividades grupales, individuales y colectivas con los padres para concienciar a las nuevas generaciones .
Un aporte mío es la tele-basura que hace mucho daño e incita en muchos casos a que se den casos de violencia de género.
No creo que el sistema educativo español o finlandés tengan la culpa de tantos casos de violencia de género pero si decir que desde la escuela se puede poner un remedio entre todos y todos los colectivos relacionados con la educación.
Me parece una reflexión muy interesante la que se hace en este artículo sobre los valores que se enseñan en la escuela y la correlación con la incidencia de problemas sociales como es la violencia de género. Estoy de acuerdo en que leyes como la LOGSE (1990) y la LOE (2006) prestan especial atención a la formación en valores, como se hizo patente con la implantación de la asignatura “educación para la ciudadanía”, (no exenta de polémica) pero, en cuanto educación en igualdad y contra la violencia de género, todavía quedaba y queda mucho camino por recorrer.
En mi opinión, el profesorado y los agentes que trabajan en la comunidad educativa no están formados, por lo general, en cuestiones de género. En las carreras universitarias de magisterio, pedagogía o psicología, por poner un ejemplo, no existen asignaturas sobre cuestiones de género que formen a las personas en prevención, mediación e intervención de la violencia de género. Estas personas que en un futuro se van a encargar de transmitir valores en las escuelas no están concienciadas de la problemática por lo que será muy difícil que se haga el trabajo necesario para erradicar está problemática.
Junto con una ley de calidad educativa que atienda a la educación en valores debemos pedir profesionales formados moralmente. Se necesitan en las universidades asignaturas que aborden problemáticas que requieren de intervención en la sociedad actual.
He elegido este artículo pensando que me hablaría completamente de lo contrario y qué sorpresa, me han impacto mucho las cifras de violencia de género en Dinamarca, Finlandia, Reino Unido ,..Considero que este tema es muy complejo y por ello debería de trabajarse en la escuela de manera integral, a pesar de que estos países bajaran en su ranking (PISA), por que es algo que no se debe permitir en ningún lado, esas cifras deberían de ser 0000…
Pienso que es un tema muy relacionado con la educación de la escuela y de la casa.
Tras haber leído este artículo me he quedado sorprendida. Cada vez que oigo hablar de los resultados del informe PISA, siento un poco de envidia, al ver el lugar que España ocupa en la lista, y pienso si deberíamos de optar por un sistema educativo que sea parecido al finlandés, pero una vez vistos estos resultados me he preguntado ¿De verdad importan tanto los resultados educativos, si después no somos capaces de formar personas?
Ahora es cuando España debería de ser un modelo para el resto de países, que aunque exista un gran número de casos de violencia de género, este podría reducirse si seguimos haciendo hincapié en una formación integral, dando la misma importancia a la adquisición de contenidos curriculares como a la formación en valores.
Por último, me gustaría citar una frase de C.S. Lewis, que podría resumir bastante bien el artículo “La educación sin valores, tan útil como es, parece más bien hacer de un hombre un demonio más inteligente”.
Si de una cosa nos hace darnos cuenta la lectura de este artículo, es de que las políticas europeas buscan la mercantilización de la educación. Desde mi propia experiencia, como discente y futura docente española, he crecido y estudiado con la idea de que tenemos que seguir modelos educativos que dan mejores resultados (como el de la citada Finlandia), pero se nos oculta que esos mejores resultados están relacionados solamente al ámbito laboral.
Y como se menciona al final del artículo, hacia esos objetivos estamos avanzando. La última reforma educativa española, la LOMCE, tiene en su base esa filosofía: preparar a alumnas y alumnos con un mejor rendimiento laborar. Basta con leer sus principales reformas para darse cuenta.
Pruebas estandarizadas (revalidas) para pasar de curso u obtener el título de la eso. Estas pruebas son las mismas para un niño con algún tipo de discapacidad como para un niño con altas capacidades. (No hace falta que recuerde la famosa viñeta en la que se le pide a un pez y a un pájaro que suban a un árbol)
O la eliminación de la educación para la ciudadanía, este es un claro ejemplo de como se pretende no ya solo dar más importancia a las materias institucionales, que es otra de sus propuestas pues se aumenta la carga lectiva de estas (un 25% más de matemáticas, ciencias, lengua e idiomas), sino también eliminar las materias en las que se enseñan valores.
En definitiva, seguimos dejando en las manos del propio docente el transmitir esos valores y principios igual (o más necesarios diría yo) que los conocimientos instruccionales, seguimos dejando a la suerte el tener o no un buen maestro o maestra.
Bajo mi punto de vista no solo es importante aprender lengua, matemáticas o conocimiento del medio sino que, hay valores que deben formar parte del curriculum, como aprender a respetar a los demás. Pienso que es absurdo tener unos excelentes resultados en los informes Pisa como en el caso de Finlandia, teniendo un alto porcentaje de víctimas de violencia de género. Me ha llamado la atención los datos en España, que aunque en resultados académicos no estamos en la cabeza de los informes Pisa, en datos de violencia de género tampoco. En mi opinión, las leyes educativas deberían contemplar estos valores y no sólo basarse en la consecución de excelentes resultados académicos.
Nunca habría llegado a pensar que en esos países donde la educación está tan valorada y reconocida hubiera esa tasa de violencia de género tan elevada. Estamos ante un gran problema del cuál la sociedad debe ir tomando conciencia, y más que la sociedad, los políticos encargados de llevar a cabo las leyes de educación. ¿Dé que vale que un niño o niña sepa hacer una raíz cuadrada u operaciones con fracciones si no sabe respetar y valorar a los demás?
Desde mi humilde opinión como “espero” futura orientadora, creo que debemos de preocuparnos más en formas personas que en los contenidos que se imparten en una materia, ya que los niños de hoy en día son el reflejo y el futura de nuestra sociedad.
Realmente me he quedado bastante sorprendida con esto artículo, no me pensaba que los países que iban en cabeza en el informe PISA, también puedan ir en cabeza por la violencia de género.
Pienso que dentro de la educación el principal requisito que se debería de dar es el respeto y formación como persona, y creo que ninguna de los dos los cumplen estos países. Es cierto que no se debe de globalizar pero me parece una cifran bastante elevada para ser unos de los países “más listo intelectualmente” .
En España se puede hablar de igualdad de género pero aun así se observan pequeños detalles que hacen desestabilizar esta afirmación, por ejemplo ¿Por qué en la carreras de magisterio abunda más el género femenino que el masculino? o ¿por qué en una ingeniería ocurre al contrario?
En conclusión pienso que todos deberíamos cambiar la forma de impartir clase, es decir, para que nos sirve que un niño aprenda matemáticas, lengua u otra asignatura sino tiene unas bases que lo formen como persona. Opino que deberían darse más asignaturas desde pequeños basadas en esto, y lo más importante de forma GLOBAL.
Después de haber leído este artículo, me reafirmo en que el sistema educativo español no es tan malo como parece. Es cierto que faltan muchos rasgos por profundizar pero, comparando con los demás sistemas educativos, el español es uno de los mejores.
Pienso que en la escuela, más que enseñar materias hay que enseñar valores como el respeto, la igualdad. No podemos formar a los niños sin darles una educación en valores adecuada.
Es contradictorio que en los países donde más se valora la educación es donde más violencia de género existe. Se supone que a los niños se les educa correctente pero, como he dicho, se supone.
Gran parte de este problema, también está en los medios televisivos. Cada vez que surge una violencia de género se transmite en televisión, y pienso que esto no es adecuado de ver para los niños. Muchos de ellos sabrán que esas noticias son horribles pero, sin embargo, otros niños inconscientemente se acostumbrarse a este tipo de noticia y acabarán viéndolas lógicas y normales.
Por todo esto, pienso que tanto la escuela como la familiadeberían
Después de haber leído este artículo, me reafirmo en que el sistema educativo español no es tan malo como parece. Es cierto que faltan muchos rasgos por profundizar pero, comparando con los demás sistemas educativos, el español es uno de los mejores.
Pienso que en la escuela, más que enseñar materias hay que enseñar valores como el respeto, la igualdad. No podemos formar a los niños sin darles una educación en valores adecuada.
Es contradictorio que en los países donde más se valora la educación es donde más violencia de género existe. Se supone que a los niños se les educa correctente pero, como he dicho, se supone.
Gran parte de este problema, también está en los medios televisivos. Cada vez que surge una violencia de género se transmite en televisión, y pienso que esto no es adecuado de ver para los niños. Muchos de ellos sabrán que esas noticias son horribles pero, sin embargo, otros niños inconscientemente se acostumbrarse a este tipo de noticia y acabarán viéndolas lógicas y normales.
Por todo esto, pienso que tanto la escuela como la familia deberían educar en valores principalmente.
Primero decir que estoy muy de acuerdo con la reflexión que se hace en el artículo sobre el hecho de que lo importante no es sólo la educación en matemáticas, lengua y demás materias instrumentales y consideradas las más importante, sino que es fundamental una educación en valores y que parece que esto preocupa cada vez menos.
Pero creo que hay que analizar en profundidad estos datos. Siempre que se empieza a realizar una intervención sobre un tema de este tipo suele darse un gran aumento de los casos, pero este aumento suele deberse a que hay más conciencia sobre la problemática y por tanto conductas que antes se veían como “normales” ahora se resaltan como inadecuadas.
Muchos adolescentes de nuestra sociedad siguen viendo normal conductas, que quizás no pueden ser consideradas como violencia de género, pero que son precursoras de ésta y pueden servir de alerta de comportamientos futuros. Además en el artículo sólo se comentan los datos en cuanto a violencia física o sexual, pero no dice nada de la violencia psicológica, muy importante también y en el que hay que incidir mucho en los adolescentes ya que son comportamientos que son tan claramente identificables como violencia. Sin ir más lejos muchos adolescentes siguen viendo los celos como una muestra de amor cuando no es así, o siguen estando presente muchos roles de género y son perpetuados por los adolescentes.
Creo que es algo positivo que en nuestro país no se den porcentajes tan elevados como en otros países pero eso no puede hacer que nos relajemos, todavía queda mucho camino por recorrer y sólo es posible si tanto desde las familias y las escuelas se da una educación en valores y en coeducación.
La primera impresión que transmite la lectura de este artículo es ante todo alarmante. Sorprende que países tan envidiables y que suponen un referente, no solo europeo, sino también a nivel mundial, en cuanto a su sistema educativo se refiere muestre datos tan alarmantes en un aspecto tan serio como es la violencia machista. Es cierto
La primera impresión que transmite la lectura de este artículo es ante todo alarmante. Sorprende que países tan envidiables y que suponen un referente, no solo europeo, sino también a nivel mundial, en cuanto a su sistema educativo se refiere muestre datos tan alarmantes en un aspecto tan serio como es la violencia machista. Me imagino que esta es la prueba evidente de que no existe un modelo ideal de sistema educativo y que a la larga se muestran carencias en aspectos tan importantes como es el trato a la mujer, es decir lo que podría demostrar la falta de educación ciudadana en las aulas. Cosa que en España se ha intentado dar un lugar relevante en los currículo educativos, ya sea a través de la competencia social y ciudadana y también a través de la implantación de la asignatura educación para la ciudadanía. Por otra parte, seguro que también existe la sensación de que podríamos estar haciendo mucho más en este sentido y seguro que todavía tenemos mucho trabajo por hacer y mejorar. Esto se debe dar desde las primeras edades y nuestro país si parece tener conciencia en este sentido, cosa de la que parece que carecen nuestros vecinos europeos, donde la preocupación esta en lograr el éxito académico por encima de todo, dejando de lado aspecto tan importantes que mucho tienen que ver con la educación emocional. Quizá deberían tomar nota de estos datos tan preocupantes y comenzar a tomar conciencia de ello para lograr invertir sus cifras.
Tras encontrar estos datos tan significativos, lo único que cabe pensar es que en realidad a todos esos países que tienen tan buenos estudios como se describe siempre en las estadísticas, se les tendría que unir en multitud de artículos la falta de educación hacia los demás, hacia sus familias y hacia ellos mismos.
En un artículo que circula por la red, describen que a los rusos se les va a permitir que puedan pegar a las mujeres una vez al año, ¿pero en qué mundo vivimos?, creo que la frustración y la ansiedad de las personas están desencadenando en estas situaciones, si se les puede decir situaciones…
Estos temas se podrían tratar con mayor profundidad en la escuela e inculcar valores a los niños, para que no ocurran estos episodios de violencia.
Tras ver en varios informes PISA que Finlandia estaba en cabeza en el sistema educativo y ahora ver que se encuentra también entre uno de los países con mayor violencia física o sexual en Europa, parece que estamos ante una incongruencia. Ahora nuestro sistema educativo en España no nos parece tan malo como antes. Estos datos nos hacen pensar, que sólo educan para conseguir buenos resultados académicos y que están los padres muy preocupados por la formación educativa de sus hijos, pero que dejan de lado otros valores básicos que hacen a las personas.
De la misma forma que tienen un gran sistema educativo y que tiene estos buenos resultados, también deberían poner en marcha sistemas para prevenir la violencia de género en el sistema educativo.
En España, a pesar de que no tenemos unos buenos resultados en el sistema educativo, nos encontramos con un menor porcentaje en violencia de género. Esto nos hace pensar que no tenemos un sistema educativo tan malo, cuando se trabajan otros valores que pueden llegar a ser más importantes.
No somos los mejores en España, quizás nuestro CI sea uno de los mejores si lo comparamos con los demás países, pero según el informe PISA con respecto a nuestro rendimiento académico, me temo que para nada estamos en una buena posición si nos comparamos con otros países.
Existe un dato alarmante, y ahí no somos los peores y es con respecto a la Violencia de Género, ¿qué ocurre con Finlandia? Pues que no se les enseña en sus aulas a ser “buenas personas”, sino tan solo a ser mejores alumnos, y están, por así decirlo, y aunque suene mal, educando y criando a salvajes; alumnos prepotentes que pueden sacar sobresalientes en todo, que todo lo pueden y que sus talentos brillan en cualquier materia y especialidad, pero, ¿qué pasa con la igualdad? ¿es normal que exista en Finlandia un 46% de violencia de género? Qué vergüenza, tan listos y tan brillantes, pero luego no tienen ni idea de lo que es la vida, y de cómo hay que tratar a las personas.
En España siempre hemos estado trabajando en valores, y menos mal que España está cambiando, que existen muy buenas leyes para que esto se cumpla, y que luchemos todos en contra de la violencia y de la no igualdad. Hemos avanzado con la LOE, pero creo que estamos retrocediendo, y esto es demasiado, con la nueva ley LOMCE.
¿Por qué digo esto? Porque en ella se reflejan algunos datos, tales como:
– Uso del lenguaje sexista en su redacción;
– Ausencia de actuaciones educativas relacionadas con las identidades de género y la diversidad afectivo-sexual, lo cual indica una clara desconexión entre la sociedad actual y la escuela, siendo esto un gran problema educativo.
– Eliminación de la asignatura de Educación para la ciudadanía y los derechos humanos.
– Financiación pública a la educación segregada por razón de sexo bajo el sutil velo de la libertad de enseñanza.
Si ya hemos conseguido y hemos luchado tanto contra la desigualdad para así formar a “buenas personas” y que de ese modo, no nos creamos distintos, ni mejores ni peores, ¿por qué se ha vuelto a echar tierra con lo avanzado y cambiado de nuevo? ¿No es mejor continuar luchando contra la desigualdad, contra la violencia?
Después de leer este artículo, me ha quedado claro que siempre ponen a España a la cola de todo, pero aquí se demuestra que no es cierto. Aunque han pasado algunos años desde que este artículo se publicó, hay que revisar los números.
Siempre tratan de hablar de cifras, de porcentajes y edades, pero lo fundamental es que estamos hablando de personas. Que parece que eso se olvida. No significa que en España sea todo de color de rosa y que todo el sistema sea maravilloso, pero si bien es cierto que solo se mira todo lo malo del sistema, y nunca se ahonda en las cosas positivas que pueda haber. Parece que estamos más preocupados de compararnos con otros países que de eliminar las conductas o problemas que hay dentro de nuestro sistema. Solo se compara, se critica y se elogia al vecino, las cosas así no van a cambiar mucho.
Tal y como he pensado siempre, nada es tan perfecto como parece.
Aunque el informe PISA haya evaluado la educación en Finlandia como la mejor de Europa, hay que tener en cuenta que esa evaluación está restringida por áreas.
La educación en valores es un problema genérico en todas las sociedades, no solo en aquellas donde el nivel educativo es más bajo. Nos hemos centrado tanto en la educación como la forma de sacar buenas notas, que hemos olvidado la forma de aprender valores humanos, tales como el respeto y la igualdad.
Se siguen dando ideales machistas no solo en las casas, sino en el trabajo y en la escuela.
Tal y como he leído en el artículo, el ser más inteligente no significa ser mejor humano, pero ¿cómo trabajamos esto en el aula?
Creo que una forma de cambiar esta idea machista de actuar sería desde la casa, haciéndoles partícipes de las tareas indistintamente del sexo, esta tarea se vería reforzada en el centro, evitando los agrupamientos según el género.
Si esto no se trabaja desde temprana edad y desde casa, difícilmente se puede cambiar en la escuela por muchas horas que se pasen en ella.
Estoy de acuerdo con la reflexión que se hace en el artículo sobre que primar las competencias académicas puede estar afectando a las competencias sociales. De hecho, también puede estar influyendo la excesiva competitividad inculcada en los niños, que desarrollan conductas orientadas a ser los mejores, lo que aumenta la distancia entre unos y otros. Este tipo de conductas, cuando son mayores, pueden suponer rasgos de dominio, agresividad y abuso sobre otros, que, sumado a una educación puramente machista, probablemente les haga establecer relaciones tóxicas con sus parejas, con competitividad, poco diálogo y un respeto nulo hacia la otra persona.
Por supuesto, si hablamos de España, no hay razones para estar orgullosos en igualdad de género, pero el hecho de convivir con una cultura menos competitiva y más cooperativa (a nivel general), puede estar mediando en esas diferencias. Y esto último se pone de manifiesto en nuestro día a día, por ejemplo, recuerdo a un profesor que nos comparó a nosotros, una clase de primero de grado de psicología de Jaén, con sus antiguo alumnos estadounidenses. Nos contaba que, con los americanos, aprovechaba los exámenes para irse a tomar café porque sabía que, por su naturaleza competitiva, ninguno de ellos permitiría que otro compañero se copiase, mientras que en nuestro caso había dos profesores vigilando cada aula.
Hola, una vez leído este post, he de reconocer que me ha llamado muchísimo la atención los datos. Sinceramente no me los esperaba.
Creo, que en muchas ocasiones sólo se destaca la parte negativa de las cosas, estamos cansados de ver año tras año que somos de los peores en las áreas básicas de competencia lectora de matemáticas y de ciencias. Por supuesto es algo que debemos mejorar.
Aunque tampoco es para presumir ese 22%, puesto que debería ser el 0%, si bien, la diferencia con respecto a los demás quiere decir que algo estamos haciendo mejor que ellos.
Creo que en los centros escolares debemos darle mucha importancia a las asignaturas como tan (lenguaje, matemáticas, ciencias…) pero, bajo ningún concepto debemos olvidarnos de los valores morales y de respeto. Éstos son imprescindibles.
Por lo tanto creo que sea cual sea el sistema educativo, sea el país que sea, el respeto y la NO violencia debe ser un objetivo primordial tanto en la escuela como fuera de ella.
Un saludo.
Independientemente de las estadísticas, en este caso hacer una linea acción- consecuencia directa entre la influencia de la educación y un descenso de violencia integral hacia la mujer es un tema muy delicado puesto que el alumno está expuesto a muchísimos factores que no están controlados por desgracia fuera de las aulas. Los datos expuestos en el artículo son alarmantes y a la inmensa mayoría de la población les gustaría que la relación entre una mejor educación para nuestros hijos fuese correlacional a un aumento o mejora de valores y/o moral. Pero desgraciadamente no es así, ya que la formación educativa no va de la mano con la formación emocional ni las características de personalidad. Es llamativo que estos países superen a España. Desde luego son cifras que llaman la atención y pueden considerarse paradójicas ya que los países que dan ejemplo poseen una educación inmaculada y son ejemplos a seguir para el resto de países. Pero creo que hay muchos factores que pueden influir en esta estadística . Uno muy importante sería la información de la que se dispone al respecto, y desde mi punto de vista, la información de la que disponemos es muy difusa y no transmite mensaje claro a la sociedad, ya que la teoría no tiene nada que ver con nuestra sociedad, nuestros medios de comunicación ni con la situación real de la mujer. Destacar también la percepción subjetiva sobre lo que es o no es violencia de género en todas sus facetas: hay muchas situaciones denigrantes para la mujer que hoy en día están muy aceptadas, sin ir más lejos cobrar menos en un mismo puesto laboral, aceptar piropos, encorsetarnos continuamente para tener la imagen de mujer que se “debe tener” (independiente, pero a la vez cuidadora; dura pero a la vez comprensiva….) El concepto de deseabilidad social puede estar muy presente en nuestra sociedad puesto que aún está muy mal visto aceptar que has sido maltratada, ya no sólo por el trance personal que debe pasar una mujer , sino porque la sociedad lo recibe como mensaje contradictorio de mujer débil por “haber soportado” una situación así. Existirán infinitos factores a tener en cuenta dentro de esta gran problemática social, aunque si algo está en nuestra mano es actuar a través de la educación formando a los alumnos en una educación en valores y un desarrollo emocional, que , en la mayoría de ocasiones no entiende de fronteras ni género.
Este articulo me parece realmente interesante , ya que pone en reclamo, que siempre tenemos en meta aprender, o que los alumnos aprendan, el máximo numero de contenidos y que sean los mejores, sin darnos cuenta de que una de las principales cosas que debemos saber e inculcar en los niño, antes que las matemáticas, química u otras materias, es el respeto hacia otras personas.
Sobre todo me llama la atención que en esos países en los cuales la educación este también valorada, los chicos jóvenes tengan ese pensamiento y puedan llegar a hacer tanto daño para llegar a esos porcentajes.
A la vez pienso que son muy necesarias estas estadísticas , para que seamos conscientes de lo que esta pasando actualmente y podamos cambiarlos y fomentar el respeto.
Desgraciadamente es así, el PP piensa que con la LOMCE se mejorará el rendimiento académico (no hay más que ver las medidas que se han impuesto con las reválidas). Es una pena que la sociedad esté inmersa en este vaivén de leyes educativas y que los partidos políticos no consigan ni ponerse de acuerdo en algo como es el futuro de nuestros prodigios.
Durante mi etapa educativa y, sobre todo, en la adolescencia, he echado en falta más educación que aborde temas como el control de las emociones, habilidades sociales lo que, en definitiva, necesitan los adolescentes que se enfrentan a esa dura etapa en la que se ven perdidos y en muchas ocasiones solos. Esto, sumado a la situación familiar de cada individuo, puede traer consecuencias muy graves como la violencia, el machismo, el abuso…
Una cosa está clara, la educación es el remedio natural ante tales datos tan desmesurados. Pero no una educación basada en contenidos y en calificaciones, sino integral (como se ha mencionado en el artículo). No podemos dejar de lado el papel de la educación como agente social. Hay que crear a ciudadanos que sepan desenvolverse en la vida con valores como el respeto, la tolerancia, el amor, empatía, etc. Olvidemos a Finlandia y a su “maravilloso” sistema educativo, seamos la mejor versión de nosotros mismos y aprendamos de los errores que se están cometiendo en educación para prosperar. Formemos al profesorado para que impartan una educación valores. Esforcémonos. No echemos la culpa a los políticos para así no tener que poner remedio a problemas de tal calibre.
No hay que olvidarse que somos humanos. Muchas veces nos obsesionamos con ser máquinas de producción de conocimientos que, seguramente, resulten innecesarios para nuestro día a día y nuestro futuro. Seamos, a fin de cuenta, personas.
No tenía ni idea de esta noticia, me ha sorprendido bastante. Siempre nos hablan de los modelos ideales educativos, aquellos que hay que idealizar, entre los mas oídos, Finlandia, Suecia e también oí en mas de una ocasión Holanda. Y ahora, veo que son los encabezados en el ranking de violencia de genero.
Cada vez tenía mas claro, y creo que hoy aún más, que el informe PISA es totalmente un sistema de evaluación estandarizado que a lo ultimo que ayuda es a mejorar las enseñanzas en las aulas y el funcionamiento en las escuelas.
Ante todo, tenemos derecho a una educación, una educación que nos abra oportunidades y nos brinda de autonomía en la vida. Una educación donde debemos aprender a leer, escribir, expresarnos, escribir, comprender, conocernos, conocer, etc y un millón de sin fin de conocimiento y habilidades que acogemos dentro del sistema educativo. Pero ¿ Cual es la balanza? La nueva ley educativa nos habla de competencias clave en todos los cursos. ¿ Hasta que punto es más importante aprender las raíces cuadradas que aprender a identificar nuestras emociones? O porque no, las de los demás, a experimentar y desarrollar habilidades sociales, a potenciar la educación emocional.
Finlandia fue de los países pioneros en el sufragio femenino, el 44% de sus trabajadores políticos son mujeres, parece todo bastante contradictorio. Será como bien expone Pantoja que estos países tienen una obsesión por el rendimiento escolar, por ser los primeros en los informes PISA. Sin embargo, es necesaria esa labor social, y esa no es de los profesores de Matemáticas, o de los de Literatura o de los de Historia, o del D, de Orientación, esa labor es de todos, como sociedad. Hay que trabajar en el desarrollo integral del alumnado, hay que trabajar la prevención, modelos alternativos a la violencia, en mediación.
Como ciudadana, prefiero no aparecer en los primeros puestos del ranking de PISA si así puedo estar encabeza también en los de violencia de género.
¿Quizás es que no lo están haciendo tan bien?
¿Quizás no lo estamos haciendo tan mal?
Este artículo me ha gustado mucho porque deja ver un reflejo de la realidad que hemos vivido a lo largo de los años en casa y aún se sigue viviendo. Casi siempre la atención de nuestros padres en casa ha ido destinada a resultados académicos, comentarios como “mi hijo/a es muy bueno, saca muy buenas notas” o “preocúpate por tus estudios que es lo mas importante”. Estas formas de educar han dejado en un segundo plano temas tan importantes como el respeto a los demás o saber comportarse en sociedad. Si los deseos que vierten esos padres en la educación de sus hijos se cumplieran a raja tabla, obtendríamos lo que usted ha citado en este artículo: personas con un nivel académico muy alto pero con escasos valores morales.
En primer lugar, la temática que presenta esta entrada del blog, me ha resultado de gran interés debido a que la educación de los países mencionados siempre ha sido un gran referente. Por el contrario, la calidad del sistema educativo español siempre ha sido minusvalorada ya que siempre estamos a la cola en los resultados del informe PISA.
Pero realmente ¿De que sirve ser un gran ejemplo de educación para el resto de países si en la realidad es una sociedad carente de valores de respeto e igualdad hacia la mujer? Quizás sería de mayor utilidad educar en valores y formar a los niños para que respeten las libertades del otro. Resulta inaudito que Finlandia, el primer país Europeo que proporcionó el derecho a voto a la mujer (1906) y que siempre está entre los grandes referentes de la educación, en la realidad represente uno de los países Europeos con mayor índice de violencia machista. Parece que este país quiere ser el primero en todo.
Desde la orientación educativa, debemos seguir luchando para que se forme a las personas desde pequeños en igualdad, para prevenir la violencia machista, el principal reto de la orientación en este siglo. Esperemos que las leyes educativas que estén por venir nos ayuden a esto.
Saludos, María José.
Considero, tras haber leído el artículo, que la mayoría de sistemas educativos, se centran en crear a los ciudadanos más competentes y que más conocimientos poseen, y se olvidan completamente de la educación emocional y en valores. Como consecuencia de ello, estamos creando alumnos totalmente competentes en materias como lengua, matemáticas o biología, pero incompetentes en conocerse a ellos mismos, saber identificar sus sentimientos y emociones y conocer cómo comunicarlos. La consecuencia de ello es que estamos dejando atrás una materia tan importante como es educar en igualdad, para así poder erradicar el machismo que, desgraciadamente se encuentra presente en nuestra sociedad. Siempre he considerado que la educación es el mejor arma para cambiar las sociedades y en este caso, la educación es el mejor arma para luchar contra el machismo. Nuestro papel como docentes y orientadores es concienciar a los alumnos de los comportamientos machistas que encontramos día a día, e intentar que no los reproduzcan y que los eliminen de sus comportamientos diarios, ya que así será la única forma a través de la cual podremos terminar con la lacra del machismo y por consiguiente, de la violencia de género. El primer paso, es que todos los miembros que forman la comunidad educativa se conciencien de la importancia de esta materia, y que comiencen a tratarla de manera trasversal en todos los centros, así como de las familias, que comiencen a transmitir dichos valores en casa y que por supuesto,sean reforzados desde la escuela.
Tras la lectura del artículo queda evidencia de que además de muchas asignaturas que los alumnos ya poseen, como orientadores hemos de convencer a profesores y tutores de que la prevención de la violencia de género es fundamental.
Vivimos en un pais en el que siempre sentimos que vamos por detras de todo en todo, pero en esta ocasión aun siendo un porcentaje bajo, hemos de luchar en los centros educativos frente a esa lacra como es la violencia de género para que éste no siga aumentando y por ende, disminuya.
Los alumnos adolescentes están en unas edades muy susceptibles de imitar comportamientos de liderazgo totalmente erróneos, nuestra sociedad tiene en la mano la llave para formar futuros individuos lejos de esos errores.
Leer este artículo me ha hecho reflexionar sobre un aspecto que siempre me ha preocupado bastante y que hace cuestionarme la misma pregunta, ¿de qué sirve que abrumemos a los alumnos de contenidos y conocimientos y tengan los mejores resultados académicos si no conocen los valores como el respeto la igualdad y la tolerancia por los demás? ¿Compensa que sean alumnos que sacan excelentes resultados académicos y después como se comenta en el texto tengan los mayores porcentajes de violencia física o abusos sexuales? Desde mi punto de vista diría que no, considero necesaria una educación en valores, tanto en casa como en la escuela, por lo general, la mayoría de los padres presumen de que sus hijos tienen las mejores notas, pero, ¿saben respetar a los demás?, ¿son alumnos conscientes de que no tienen que acosar ni a sus compañeros ni a sus parejas ni a nadie?
Por último, otra pequeña reflexión, no tendremos a los alumnos con los mejores resultados académicos pero tenemos un porcentaje relativamente bajo de violencia en relación con otros países que hemos considerado referentes como sistema educativo.