Metodologías activas y aprendizaje tradicional

Aquella tarde recibí más correos que ningún día, eran alumnos desesperados al borde de un ataque de nervios. Algunos incluso llegaron a llamarme por teléfono en un impulso de desesperación ¿cuál era la reazón? Bien simple, una autoevaluación de la materia que incluía preguntas sobre contenidos y no sobre reflexiones.

Desde que inicié mi andadura como profesor de universidad y fiel a mi formación como maestro, he intentado mantener un modelo de trabajo que primara el aprendizaje del alumno apoyado en la tutoría por encima de otras opciones docentes. Si lo he conseguido o no esa es otra cuestión, pero lo cierto es que año tras año he recibido claros mensajes de mis alumnos, una vez terminada y evaluada la asignatura, de que el sistema era bueno, un tanto agobiante para ellos al basarse en una evaluación continua, pero mucho mejor que el examen tradicional. Es evidente, que este modelo no conlleva rendir cuentas al final del cuatrimestre, al menos en forma de una prueba escrita.

Mi apuesta por metodologías activas, como trabajo cooperativo, aprendizaje basado en problemas, estudio de caso, etc., así como una evaluación contextualizada que atienda al proceso fundamentalmente y se adapte a las necesidades y la realidad de cada alumno, ha ido puliéndose y mejorándose con el paso de los años. Tenía claro que había conseguido mantener el interés de los alumnos por los planteamientos de la materia y su actualidad, propiciar reflexiones críticas y debates en clase y fuera de ella (foros y blog), aumentar el nivel de asistencia a tutoría, mejorar notablemente la capacidad de gestión de la información y otras muchas competencias que se requieren a los profesionales de la educación, la  psicopedagogía y la orientación. Pero, curso tras curso notaba que falta algo al modelo de trabajo.

Incluí un perfil de facebook a modo de ensayo, mejoré el blog en el que ahora estoy escribiendo, depuré el sistema de portafolios, sistematicé el trabajo en el aula con documentos de última hora, noticias recién aparecidas, vídeos y otros muchos recursos de máxima actualidad profesional. Igualmente, inicié un sistema de itinerarios formativos dentro de la materia, que hicieran que cada alumno pudiera ver cubiertas sus expectativas, muchas veces enfocadas a una buena calificación final. Pero seguía notando que faltaba algo. Y eso a pesar de que la evaluación de mis asignaturas y de mi trabajo era muy alta.

Fue entonces cuando caí en la cuenta de un asunto que por trivial había permanecido oculto en un segundo plano ¿cuál era el grado de relación entre la metodología activa propiciada en mis clases y los conocimientos reales de la materia? Me refiero a los contenidos, a esos contenidos tradicionales, tan necesarios cuando uno se enfrenta a situaciones reales. Las competencias adquiridas son muy importantes (me acuerdo ahora de las competencias básicas de la escuela), pero los contenidos también. Fue en ese preciso instante cuando mi modelo de trabajo empezó a hacer aguas.

Hice una revisión del mismo e introduje algunos elementos nuevos que mejorarían los resultados finales, a los que añadí un condimento nuevo, el ingrediente que iba a conseguir integrar las competencias y habilidades derivadas de las metodologías activas, con los conocimientos tradicionales. E inventé la pólvora: un examen. Ahora bien, ¿qué examen?. Además, un examen de repente podría pervertir el sistema. Pensé, voy a realizar un ensayo, un experimento con gaseosa, es decir, sin ningún efecto nocivo para los alumnos, sin repercusión en la nota final, salvo las situaciones que comentaba al comienzo de este artículo. Ideé una prueba objetiva autocorrectiva a distancia y con materiales. A priori parecía algo fácil, si sabían cómo acceder al conocimiento y realmente lo dominaban, todos lo harían bien. Le puse el nombre de “autoevaluación global”, al menos en esta ocasión, el año próximo tendría nombre y apellidos: prueba objetiva. Y contaría en la nota final.

Los resultados, en este ensayo, han sido bastante desoladores. Pero si los químicos, los físicos, los médicos, etc. y tantos otros hacen sus experimentos y consiguen mejorar la profesión a la que dedican su vida ¿cómo no vamos a conseguirlo los pedagogos? Estoy en ello y… lo conseguiré. Llegado el momento daré cumplida cuenta en este blog.

Autor: Administrador

Profesor titular de universidad Área de Métodos de investigación y diagnóstico en educación Universidad de Jaén

35 opiniones en “Metodologías activas y aprendizaje tradicional”

  1. Es evidente que a todas las personas nos cuestan los cambios y pienso que este fue el motivo del gran revuelo formado.
    Yo también creo que hay que evaluar las asignaturas de varias maneras y aunque no nos gusten métodos, que parecen anticuados, son necesarios para recordar y mantener más tiempo en la memoria a largo y a medio plazo las nuevas informaciones.

  2. Desde un punto totalmente objetivo (sufrido en propias carnes) puedo opinar al respecto de estas metodologías utilizadas tan revolucionadoras y a la vez tan desconocidas.
    Nunca antes he conseguido aunar reflexiones en torno a una temática con contenidos puramente teóricos, nunca antes había realizado un examen con apuntes, ¿por qué? ¿si realizamos un examen con apuntes no asimilamos contenidos? ¿si reflexionamos a la vez que aprendemos no asimilamos materia? he aquí una prueba de que el sistema educativo nos ha “obligado” y adiestrado para aprender de una manera totalmente mecanizada.
    Por lo tanto, queda constancia que con esfuerzo del alumnado y obviamente del profesorado se pueden obtener resultados realmente buenos, ya que considero que con esta metodología activa he aprendido por mi misma, reflexionando acerca de los conceptos que se plantean en clase, los cuales se plantean a modo de guia para facilitar el aprendizaje autónomo.
    Solo nos queda esperar a que este tipo de metodologías (que sin lugar a dudas conllevan una gran implicación) se instalen en nuestras aulas en poco tiempo.

  3. Por lo que explicas, tú experimento salió bien, hicistes una prueba a un Grupo “Control”, llamado así porque no sabían nada de la nueva prueba incluida, y obtuvistes resultados ( a veces es una suerte que no se correspondan a las expectativas del investigador)…
    Una parte de la interpretación si concuerda con tu justificación primera:
    “al método inicial aún le faltaba algo” por eso no se supo responder con eficacia, cuando se incluyó sin previo aviso…
    Ahora ¿Qué ocurrirá si sabe de ante mano? posiblemente se incrementará el número de respuestas correctas…
    Teniendo en cuenta estos dos tipos de situaciones y resultados, seguiría investigando, sin olvidar:
    1- Que nos preparamos en función de la tarea, pues se necesita requisitos cognitivos diferentes según el tipo, por ejemplo no estudiamos de la misma forma cuando vamos a realizar un examen tipo test que de desarrollo.

    2- Trabajar la Creatividad en el alumnado y el pensamiento alternativo.

    Saludos.

  4. He comenzado a probar esta nueva metodología, y aunque a veces estoy un poco agobiada está dando buenos resultados.

  5. He comenzado a probar esta nueva metodología, y aunque a veces estoy un poco agobiada está dando sus resultados. Quizás sea en ciertos aspectos algo revolucionaria para los demás y en ocasiones no sea apoyada, pero desde mi punto de vista y desde algunos compañeros que conozco, la dinámica activa utilizada es aceptable y querida, por decirlo así, por el alumnado.
    En muchas ocasiones una asignatura ha sido dejada de lado hasta la hora del examen tradicional y los resultados de la misma han sido pésimos. Al contrario que esta metodología, que nos permite trabajar activamente día tras día, asimilando conocimientos trabajamos por nosotros mismos y que luego no se olvidan a los tres días.
    Quizás hubiera mejores resultados en cursos anteriores si se utilizara esta metodología en los institutos, por ejemplo. Así el alumnado asimilaría los contenidos con mayor facilidad y no de forma mecánica.
    Saludos.

  6. Para mí el esfuerzo, la implicación del alumno y su proceso de aprendizaje es mucho más importante y valioso que una simple calificación numérica de un examen teórico, en este punto estoy de acuerdo con el autor del artículo. Creo que éste es uno de los errores típicos de secundaria, pues el profesorado es especialista en su materia y su objetivo prioritario es trabajar desde el primer tema del libro hasta el último, olvidándose de su ética profesional, olvidándose de la utilidad de la metodología constructiva, olvidándose en muchos casos de los menos capaces, como si de una competición se tratase, como si fueran ha recibir una medalla de reconocimiento social al acabar por completo su temario, ¿Qué ejemplo toman los alumnos de éstos?, pues de aquí el cambio brusco que muchos de ellos experimentan en comparación con la etapa educativa anterior, pues muchos de ellos considerados buenos estudiantes en la etapa anterior, por el empeño de esta filosofía educativa tan ansiosa experimenta un gran cambio que son incapaces de abarcar, llegando a generar en algunos casos problemas que llevan al abandono escolar o incluso al fracaso escolar.
    Hay profesores que apuesta por defender una metodología supuestamente constructivista a partir del desarrollo del juicio crítico de los estudiantes jugándoselo todo en un examen final de la materia, pues esta metodología no se si resulta del todo efectiva o tan constructivista, cuando durante el desarrollo de la asignatura no se ha llevado acabo ninguna reflexión, crítica e incluso ningún coloquio sobre la materia para enfrentar al alumno y alumna a correr este riesgo, por que es un riesgo el que corre pues de ellos depende primeramente el conocimiento de la materia para saber defenderla, acompañado de la incertidumbre de saber si es correcta su postura. Además siempre me echo la misma pregunta ¿Qué aspectos se evalúa en estos exámenes? ¿Como es posible que a tu reflexión u opinión le pongan nota, calificación, extensión? Yo apuesto por desarrollar el juicio crítico de los estudiantes durante todo el desarrollo de la materia y evaluarla en base a éstas, pues el alumnado debe de equivocarse, aprender de sus errores y de los de sus compañeros, siempre y cuando no paguen tan alto las consecuencias de sus errores, ¿No estamos condenándolos, e imponiéndoles nuestro propio juicio? ¿Cuál será la visión del alumno frente al docente y a su materia, en caso de no aprobar éste tipo de examen?. Por estos motivos para mí la metodología que lleva a cabo el autor del artículo (profesor) es totalmente innovadora, y en un principio algo revolucionaria pero sobre todo beneficiosa para todos los alumnos y alumnas, pues les permite elegir la forma de trabajar la materia, por lo que se tiene en cuenta sus expectativas y necesidades, así como exponer sus ideas, aportaciones y opiniones personales, desarrollado e indagando los contenidos teóricos, prácticos, artículos de actualidad y el juicio crítico con respecto a la materia a partir del esfuerzo diario, con el apoyo del profesor, promoviendo la autonomía del alumno, las relaciones entre los alumnos y alumnas a través del trabajo en grupo y el respeto de sus ideas y opiniones aunque sean contrarias a las propias (aprendiendo a ser más tolerantes y respetuosos con los demás).
    Pues creo que una metodología tan experimentada y trabajada con el objetivo de adaptarse al ritmo y avecen de la sociedad será generadora de buenos frutos tanto para el principal objetivo del autor, la formación de todos y cada uno de sus alumnos y alumnas y para su propio crecimiento personal. (En definitiva, la lucha por llegar aun fin lleva a encontrar los medios para cumplirlo)
    También considero de gran importancia dentro de la utilización de una metodología constructiva acercada a los intereses de los estudiantes, la reflexión e implicación de valores para suscitar en cada uno de nuestros alumnos o alumnas un fin, un fin que los motive a seguir adelante a pesar de los problemas, dificultades, límites… sobre todo creo que esto debería de trabajarse más en la etapa universitaria, pues sabemos que quién decide estudiar una carrera o grado, es porque realmente le gusta y quiere especializarse en este campo, pero no siempre es así, pues si un profesor es capaz de trasmitir esta ganas de mirar hacia al futuro a sus estudiantes es muy probable que en un futuro se minorice la existencia de profesionales en el ámbito laboral poco motivados, promovidos por conformismo y la rutina diaria, creando problemas hacia sus destinatarios, en el ambiente laboral y en la sociedad en general.

  7. Vivimos en una sociedad en constante cambio, nos han enseñando desde una educación tradicional, que para nosotros y en la época que vivíamos hizo muy buena labor (desde mi experiencia propia).

    Pero este modelo tradicional ya no nos sirve, porque ni nosotros ni nuestros alumnos vivimos en la sociedad de hace 20 años.

    Es poco tiempo, si, pero el suficiente para que tenga que haber un cambio. Ahora la sociedad cada vez demanda más personas competentes en múltiples facetas: académicas, lingüísticas, tecnológicas, sociales… y en todas ellas hay un denominador común: el esfuerzo.

    De manera que para nuestros nuevos tiempos y nuestros nuevos alumnos necesitamos un nuevo modelo, el modelo del esfuerzo activo donde recoja todos los aspectos mencionados y en el cual tiene que estar muy presente la CREATIVIDAD para dar respuesta a la heterogeneidad que enriquece nuestro trabajo con los futuros creativos: nuestros alumnos.

  8. Como futura docente apuesto por una metodología puramente activa y participativa por parte del alumnado.

    Por otro lado pienso ¿ Sería capaz todo el profesorado de implicarse de esta manera y con tantas ganas en su materia ? Creo que para llevar a cabo este tipo de metodología hacen falta muchas ganas de trabajar, ilusión, muchísima vocación, ganas de mejorarse día tras día…
    Pero, ¿ Cómo se mide la vocación, ilusión y ganas en una oposición o sistema para acceder al puesto de trabajo?
    Obviamente todo el camino que ha llevado al profesor hacia esta metodología ha sido gracias al trabajo, al esfuerzo y sobretodo a la vocación que ha empleado, por lo que todo su esfuerzo tiene su recompensa, y ahí está, mantener a todo el alumnado día tras día empapado de aprendizaje, enseñar la creatividad, que es tan importante.
    Pienso que si todos los docentes se implicasen tanto en su trabajo, quizás… “otro gallo cantaría”.

  9. Estoy a favor de estas nuevas metodologías empleadas tanto en niveles universitarios como en niveles más básicos como puede ser primaria.
    Cierto es, que estamos acostumbrados a unas metodologías más tradicionales en las que se da casi todo hecho, luego un examen y ¡listo!, por lo que introducir nuevas formas de enseñanzas para muchos supone un caos.

    No obstante, considero que este tipo de metodologías son las metodologías del presente y del futuro, en donde en el alumno pueda actuar, participar, interactuar,,…, de manera que él sea el principal protagonista de su enseñanza, y como no introduciendo paulatinamente el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación, tan importantes en nuestra sociedad actual.

  10. Hola a todos:

    Comencé leyendo este apartado pensando que era un artículo más que el profesor había incluido y en el que podíamos expresar nuestra opinión, pero a medida que avanzaba en su lectura, sólo me venía a la cabeza el nombre de Antonio Pantoja, Antonio Pantoja… todo lo que se describía lo identificaba con él, hasta que lo terminé de leer y comprendí que esto no lo había escrito nadie sino el auténtico Antonio Pantoja. Es claramente uno de los ejemplos más cercanos que tenemos y con el cuál podemos comprender el cocepto de metodología activa.

    Personalmente creo que la metodología activa es la metodología más eficaz, ya que de esta manera podemos retener información, comprender y contextualizar todos los contenidos a largo plazo.

    Para llevar a cabo esta metodología, es necesario ser constantes en el trabajo, tener ganas de innovar y volcarse con la enseñanza de los alumnos en todos los aspectos. Como muchas veces se ha comentado en clase, una solución eficaz y alternativa a la metodología de trabajo tradicional sería la realización del trabajo en grupo de los compañeros. De esta forma, conseguiriamos aumentar nuestro rendimiento y ganas de crear nuevos materiales y recursos para compartir con otros centros, instituciones, compañeros…

    Saludos

  11. Desde mi punto de vita, creo que ya va siendo hora de dejar atrá el sistema de enseñanza tradicional que venimos empleando desde los comienzos de la educación. A mi parecer, la educación es el único ámbito de nuestra vida, en el que al parecer nos hemos quedado paralizados en el tiempo, siendo incapaces, en algunos casos, de avanzar, de emplear todos los recursos que poseemos para mejorar la enseñanza, para integrar a los alumnos en la escuela, que participen en el proceso de enseñanza- aprendizaje , ya que a mi parecer, se encuentran totalmente aislados del mismo, participando sola y exclusivamente en la adquisición de conocimiento teórico, que tras una prueba se vuelve a olvidar y lo más peor de todo que carece relevancia para ellos ya que no lo consideran algo útil en su vida. Por ello, creo que es absolutamente necesario un cambio absoluto en nuestro sistema de enseñanza

  12. Desde mi punto de vista, me parece una buena metodología. Aunque, es cierto que requiere bastante tiempo, y he llagado a estar muy agobiada. Pero también cabe mencionar que tenemos la mala costumbre de dejar todo para última hora. En todo caso, es preferible esta metodología activa y participativa, ya que, manejamos todos los contenidos de la asignatura, con esto quiero decir, que no es un taco de apuntes que se quedan arrinconados hasta que los coges para realizar un examen final, sino que los trabajas día a día realizando las actividades, auto-evaluaciones, etc. Puedo decir, y las comparaciones son odiosas, que a pesar de las quejas de tanto trabajo, considero está, una de las asignaturas que más me ha aportado en mi formación como psicopedagogo.

    Para terminar, como futura docente, apoyo esta metodología es más la utilizare, porque ayudas al alumnos a desarrollar la autonomía e iniciativa personal, aprende a aprender por sí mismo, adquiriendo así un aprendizaje más significativo.

  13. En mi opinión el paso de una metodología tradicional a la metodología activa, con el consiguiente cambio de mentalidad que esto conlleva, está costando bastante esfuerzo a los alumnos porque significa una mayor carga de trabajo, mayor responsabilidad, implicación y dedicación por parte de los alumnos y alumnas a cada una de las asignaturas, sin embargo, he de decir que considero imprescindible el desarrollo de todas estas capacidades en una persona, no solo nivel profesional sino también personal por lo que apuesto por este cambio y lo veo necesario en la sociedad actual.

  14. En mi opinión, una metodología activa es la mejor manera de trabajar en clase, de afianzar conocimientos a la vez que se motiva al alumnado a indagar y resolver por sí mismo sus dudas.

    Si bien es verdad que el cambio hacia este tipo de metodología es extraño para el alumno, el cual debe implicarse más en su aprendizaje, creo que la respuesta está en la tecnología que predomina en nuestra sociedad actual. Usar las TIC en conjunción con esta metodología activa dará como resultado una mayor dedicación del alumnado en su tarea.

    Sin embargo, y como bien dice el artículo, a esta metodología le falta algo. Soy defensor de una o varias pruebas objetivas, no solamente porque permiten evaluar mejor los conocimientos adquiridos por el alumnado, sino porque está comprobado que el mero hecho de esforzarse por recordar información provoca un reforzamiento en las conexiones neuronales. Por tanto, una prueba objetiva como puede ser un examen tipo test, puede ayudar a afianzar conocimientos que quizá de otra forma no han quedado completamente asimilados.

  15. Estoy totalmente de acuerdo con esta entrada del blog. El sistema tradicional no es tan eficaz como nos pensamos. Creo y pienso que es necesario dar un paso adelante y evolucionar en este tema.
    No nos podemos sentir orgullosos de ver que nuestros alumnos aprueban nuestra asignatura después de “vomitar” todo el contenido en un examen final y no involucrarlo a la adquisición de conocimientos en el resto de la asignatura. ¿Qué tipo de aprendizaje ha adquirido este alumno en nuestra asignatura? Mi respuesta es que no ha adquirido ningún conocimiento.
    ¿No será mejor proponer tareas y actividades que involucren al alumno a investigar, trabajar y adquirir conocimientos a corto plazo (aprendizaje activo)?
    Lo importante es hacer un alumno “hábil” que se preocupe por el proceso y no por el producto. Dicho de otro modo, un alumno que se preocupe por aprender más allá del contenido del profesor y no se preocupe sólo por aprobar el examen e ir a la “ley del mínimo esfuerzo” obtendrá un futuro mucho más prometedor.
    Pero todo esto depende de nosotros. A partir de aquí, tendremos que replantear una nueva forma de impartir nuestras clases, lejos de lo tradicional, con otro tipo de ideas y metodologías propiamente dichas para sacar lo mejor de nuestros alumnos, intentando conseguir sus metas a través de la motivación y el esfuerzo. Para inculcar esta metodología podemos hacer a diario preguntas sobre el contenido básico del tema, tener los materiales disponibles con tiempo suficiente, revisar los trabajos y valorar el esfuerzo, plantear preguntas que no se responden en el tema para que investiguen y después se resuelvan en clase, etc.
    Hay que recordar que nosotros somos la base de los alumnos, y que si nosotros no valemos como docentes, ellos serán nuestro reflejo.

  16. Bajo mi punto de vista, considero que una metodología participativa activa es la elección correcta ya que desde este enfoque, se pueden ir combinando e intercalando actividades teóricas y prácticas y de esta forma, los contenidos quedan mucho más afianzados.
    Además, considero que de este modo se logra una implicación mayor por parte del alumnado y se consigue que éstos vengan a clase con una actitud más positiva y mayor motivación por aprender.
    Por último, optando por pasar de una metodología tradicional, en la que el profesor solo explica un contenido, a una metodología activa, los alumnos son los verdaderos protagonistas en su propio proceso de aprendizaje y así, es como verdaderamente se puede llegar a un aprendizaje significativo.

  17. Hoy en día, cuando hablamos de cambios, todos nos echamos a temblar. Es difícil efectuar un cambio tan drástico y que funcione a la primera, pero no cabe duda de que el día en que funcione, tanto los docentes como los alumnos lo agradecerán.
    Cuando hablamos de metodología activa, hablamos de algo poco habitual, pero que al contrario, se esta demostrando que es la manera más eficaz de enseñar y de que el alumno aprenda. Por lo que podemos pensar que el problema no está en la innovación de la enseñanza, sino en la formación de los profesores. Aún así, estoy seguro de que tarde o temprano, todos los docentes se darán cuenta de que esta metodología es la más adecuada al nivel de aprendizaje-enseñanza que tenemos en España.

  18. Hola a todos,

    Efectivamente, como he leído en comentarios de compañeros, se trata de la metodología que Antonio Pantoja lleva a cabo en sus clases, aunque yo solo haya tenido 2 sesiones con él.
    A mi me parece que es un mecanismo que puede obtener buenos resultados de los alumnos, porque la propia estructura y los documentos que se exigen hacen que se ponga en práctica un aprendizaje más activo, manejando y reflexionando sobre la información recibida.
    La metodología mayoritariamente empleado, si bien es más “cómoda” para el alumnado, hace que los conocimientos solo sirvan para el examen, para lo que lo imprescindible es memorizar y razonar mínimamente. Una vez pasa este, se olvida todo, aunque esto depende de cada uno.
    En cambio, la metodología que describe Antonio Pantoja no fía su eficacia a la motivación individual, sino que intenta que el alumnado haga suyos los conocimientos y los aborde de la manera que más le interese, estableciendo un mecanismo de asimilación que lleva a cabo cada individuo al afrontar los contenidos, pudiendo llegar a encontrar una motivación intrínseca una vez que se maneja dentro del área cuestión.
    Pero, como bien dice en el texto, no todo lo anterior es malo o desechable; y es que los exámenes parecen ser necesarios, aunque si que se pueden hacer variaciones. Es el caso de la prueba objetiva con apuntes, en el que es básico tener una idea previa para poder realizarla con unas mínimas garantías.

    Un saludo

  19. El principal problema es que los alumnos se acostumbran a trabajar de una determinada manera y es muy difícil cambiarla se necesita de un proceso para ese cambio que yo creo que se puede conseguir y has conseguido.
    La metodología activa hace que el alumno no sea vago y sepa relacionar los contenidos llevándolos a la practica y resolviendo problemas.
    En definitiva creo que es una muy buena metodología que necesita de adaptación por parte de los usuarios y que puede llegar a alcanzar sus objetivos con grandes expentativas.

  20. Uno de los cambios que la educación necesita es su sistema de evaluación, y aunque al principio no de el mejor resultado con el tiempo se irán viendo los efectos que esto produce en forma de mejora en el aprendizaje quitándole importancia al temido examen final, en el que solo se demuestra tu capacidad para meter en tu cabeza lo máximo posible unos días antes el examen sin importar el resto del curso (depende de la asignatura).

    Una vez que el profesor le dé importancia al aprendizaje en vez de al examen final, el alumnado poco a poco le irá dando importancia a esto mismo o quizá no sea tan fácil y ese es el trabajo del docente, hacer que la verdadera motivación del alumnado sea aprender.

    ¿Y qué diferencia hay entre la prueba objetiva y un examen normal? Al final para el alumnado será lo mismo y ara que el aprendizaje pase a un segundo plano (si es que llega) y la prueba objetiva ocupe el primer lugar en la lista de prioridades del alumnado.

    Creo que cada asignatura es un mundo y habría que especificar una forma de enseñanza idónea para cada una de ellas, al igual que cada alumno es un mundo y a cada uno le vendrá bien una forma de aprender u otra.

    El mundo utópico de la educación seria un mundo sin evaluación, como dice Eduardo Galeano, “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”

  21. Bajo mi punto de vista, a todos nos parecen un mundo los cambios cuando hemos estado toda la vida agarrados a un método de enseñanza tradicional basado en una prueba final de conocimientos donde no tenias que coger los apuntes hasta el día antes del examen. Pero lo veo completamente necesario. Creo que con las metodologías activas se retiene de otra manera la información porque la trabajas de una forma más práctica. Si es cierto que esta metodología es más trabajosa que la tradicional y puede llegar a saturarte pero es activa y promovida día a día.
    Las metodologías tradicionales no requieren una participación ni una implicación por parte del alumno, por eso veo la necesidad de un cambio inminente en nuestras metodologías de enseñanza-aprendizaje para promover una nueva forma de ver el sistema educativo.

  22. Desde mi punto de vista, pienso que a todos nos cuesta trabajo adaptarnos al cambio y más si este cambio conlleva familiarizarse con nuevas metodologías y tecnologías, pero también pienso que estos cambios son positivos para la enseñanza, ya que las metodologías activas como el trabajo cooperativo y los estudios de caso, los debates y reflexiones críticas tanto en clase como fuera de ella, ayudan a comprender la materia y a contextualizar la información a largo plazo, además de fomentar un aprendizaje autónomo por parte del alumnado.

    En cuanto a la “prueba objetiva”, por experiencia propia prefiero este tipo de prueba, no porque se realice en casa y con los materiales necesarios, sino porque además del resultado obtenido en esta prueba, también se tiene en cuenta el trabajo realizado diariamente que es, al fin y al cabo, el que realmente muestra el interés y la motivación hacia la asignatura y el aprendizaje de ella.

  23. En mi opinión la metodología activa es un buen método para los alumnos que ya están motivados ya que ésto hace que investiguen más allá de las clases o recursos que se dan en el colegio, pero creo que una carga de trabajos para alumnos menos motivados puede hacer que se desmotiven aún más. Esta metodología puede ser un arma de doble filo pero como bien dice en su artículo puliendo y mejorando esta práctica puede conseguirse que funcione con todo tipo de alumnos, pues nuestra labor al fin y al cabo es “personalizar” un poco esa educación que reciben los niños y propiciar que todos alcancen sus metas.
    Sin embargo también he de decir que, por mi experiencia personal, es con estas metodologías participativas y no tan rutinarias con las que, a la larga, mejor retenemos los conocimientos y más aprendemos. A nadie le gusta coger un libro y tener que estudiarlo desde la primera página hasta la última sin encontrar sentido a nada de lo que está leyendo.
    Tenemos que adaptarnos a la tecnología y emplearla y guiar a los niños para hacer un buen uso de ella, ya que es un excelente recurso siempre y cuando se utilice bien.
    Por último diré que estas ganas de mejorar y esta dedicación y vocación que muestra es admirable y que todos deberíamos trabajar con esa ilusión porque así sería mucho más fácil para los alumnos aprender y para los profesores enseñar.

  24. En mi opinión se debería incentivar la metodogía activa a los alumnos desde los primeros años de escolarización. Ésta manera de adquirir conocimiento suele ser profundo porque es trabajado diariamente por el alumno y no es meramente estudiar las palabras que otras personas han dicho. Seguir ésta metodología es díficill para ellos ya que llevan años acostumbrados a los examenes finales de cada asignatura, el no hacer nada hasta el último momento, lo que lleva a muchos a un agobio profundo porque al revisar la materia se dan cuenta de que hay muchas cosas que no comprenden y que tendrán que aprenderse de memoria.

  25. Los cambios en la metodología y la adaptación de otros sistemas de enseñanza y aprendizaje siempre suelen resultar un poco agobiantes y confusos para los alumnos ya que éstos tienen que abandonar antiguos métodos de aprendizaje para adaptarse a los nuevos.

    En mi opinión, este sistema de enseñanza me parece excelente. No hay que limitarse a que el alumno aprenda unos determinados contenidos, sino que también hay que fomentar su creatividad,su motivación, el trabajo en grupo, la adquisición de competencias, así como trabajar de manera continua esos contenidos para que el alumno esté más implicado en la tarea y que el conocimiento esté presente y no se olvide de manera rápida (como apunta una compañera en un comentario más arriba, el alumno siempre tiende, en la mayoría de las veces, a dejar las cosas para el final y, cuando esto pasa, cuesta recordar algunos contenidos). Al fin y al cabo, que lo que se aprenda en la escuela, también pueda aplicarse a la vida cotidiana.

    Este cambio se irá consiguiendo poco a poco ya que algunos profesores y alumnos se muestran un poco reticentes con este nuevo sistema pero, al igual que la sociedad avanza con el tiempo, la educación debe hacerlo también y debe adaptarse a las necesidades que la sociedad le demanda.

  26. El proceso de enseñanza-aprendizaje supone entender el conocimiento como un
    universo cerrado y estático, sin posibilidad de cambio, eso era hasta hace algunos años en la actualidad la metodología activa ha dado lugar que el alumno tenga más posibilidades de aprendizaje continuo sin que se vea el proceso de aprendizaje condicionado a un examen de memoria, que casi siempre se olvida, cuando pasa el tiempo. Este tipo de metodología a mi entender da lugar a que se entre en contacto no solo con un temario sino con más tipos de materiales, en un proceso diario. Para mí creo que ha sido una metodología muy práctica pues estudiar de memoria nunca ha sido mi fuerte y trabajarlo de manera continua me ayuda a retener.Pero tampoco se que las tengo todas conmigo pues aunque tengas los materiales no siempre significa que sea más fácil pues para realizar la evaluación debes estar familiarizado con estos y manejar estos a la perfección, si no quieres flaquear en el proceso final.

  27. Desde mi punto de vista, lo más fácil es tener un examen al finalizar la asignatura tanto para profesores, solo tienen que tener una batería de preguntas y elegir las que formarán parte del examen y después corregirlos con una plantilla, y alumnos, inflarte a estudiar la semana antes del examen y ver que pasa. Muchas veces los alumnos piensan, que bien en esta asignatura no tenemos examen, pero lo verdaderamente difícil es trabajar de manera continua, día a día, estar pendiente de lo que se habla en clase, trabajar las actividades en clase, tener que reflexionar y criticar lo asuntos de los que se hablan, etc., y como han dicho mis compañeros es un gran cambio, que como todo cambio cuesta trabajo. Pero aunque nos cueste es el mejor método de trabajo, porque cuando salgamos a la sociedad no nos van a hacer un examen de como trabajamos, sino que nos van a evaluar diariamente, y vamos a tener que trabajar con otras personas, llegar a acuerdos, expresar nuestras opiniones y a veces tener que ceder. Por lo que cuanto antes empecemos a ensañar y llevar a cabo estas conductas mejor.
    Por otro lado, con respecto al fracaso con respecto a la prueba objetiva, creo que si a los estudiantes se les dice que un examen no cuenta para nota, o que es con lo apuntes, no se esfuerzan igual que si creen que les va a contar para nota.

  28. Al igual que muchos de mis compañeros, yo estoy de acuerdo con una metodología activa ya que promueve la colaboración entre los alumnos, estimula la habilidad de comunicación, el saber escucharse y respetar las distintas opiniones de los compañeros.

    Así creo que se estimula la creatividad, ya que al hacer mas actividades en grupo que se resuelven en el aula, el alumno está obligado a dar respuestas que consensúa con su grupo, reconociendo al más creativo.

    La sociedad avanza y los docentes debemos avanzar con ella, por lo que a este aprendizaje activo también debemos añadir el uso de las TICs que nos ayuda a un aprendizaje que el alumno va construyendo por si mismo.

    Asique en las aulas se debería trabajar mas con este tipo de aprendizaje, ya que del aprendizaje tradicional los alumnos están empezando a aburrirse porque los contenidos pueden encontrarlos en cualquier sitio por lo que creen que no es necesaria su asistencia a clase.

  29. Hola a todos¡
    Tras leer algunas de vuestras opiniones así como lo desarrollado por el profesor, veo que todos estamos de acuerdo en afirmar que un cambio de metodología, es urgente¡¡.
    También es cierto que los profesores más comprometidos con su labor, intentan engancharse a este nuevo carro, que no les resulta nada fácil llevar. Y es que la enseñanza tradicional ha hecho estragos, mismo en las últimas generaciones recién salidas de la enseñanza obligatoria, como puede ser mas o menos la nuestra, Aun nos resulta complicado en ocasiones afrontar una clase de una forma diferente a como lo hicieron nuestros maestros. Y es que lo que se ha convertido en tradicional desde nuestra nueva forma de concebir la enseñanza, no es boli-papel y monólogo del maestro. es algo mucho más reciente. Se trata de toda aquella clase que no combina estrategias participativas, de descubrimiento individual, etc, con el uso de las TICs. Por razones bien conocidas por todos, nuestra forma de aprender ha cambiado por lo que nuestra forma de enseñar debe cambiar, y el uso de las nuevas tecnologías nos abre un mundo de posibilidades siempre y cuando su utilización sea justificada, por supuesto.
    Con respecto a la realización o no de exámenes, por lo que he leído, las opiniones son diversas. En concreto Jose Luis Quero ha hecho una reflexión que comparto, por la cual la realización de exámenes y el esfuerzo que ello supone de memorización, favorece las conexiones neuronales. Por lo que yo también considero que estos deben existir porque además es una de las mejores formas que tiene el maestro de comprobar la adquisición de conocimientos, dadas las características de los grupo (número de alumnos, horas de trabajo, etc). Pero yo añadiría algo más, este examen no debe ser una simple prueba de evaluación, como son los test. Estas deben servir además de para evaluar, para reflexionar, hacer conexiones con todo lo aprendido y adquirido anteriormente, aplicándolo a la vida diaria y resolviendo problemas que sean de utilidad para el alumno. Así como decía, esta puede ser una herramienta no solo de evaluación, sino también de aprendizaje, de verdadero aprendizaje.

  30. Considero que la metodología que hemos utilizado en esta parte de la asignatura, nos ayuda en gran medida a los alumnos a asimilar los contenidos; no es lo mismo estudiarse un montón de diapositivas o de folios que explican una teoría a leer artículos y debatir sobre la misma. El compromiso, la actividad y el trabajo de los alumnos durante la clase, resulta una recompensa al final para ellos, pues se encuentran que gran parte del estudio, ya lo han hecho sin darse cuenta durante las clases.

    Bien es cierto, sin embargo, que la participación en clase y el trabajo en grupo a veces puede llegar a resultar un tanto cansada, pues requiere de nuestra continua atención durante las sesiones. No quiero dar a entender que no haya que estar atento durante las explicaciones, pero todos sabemos que la metodología tradicional de una clase magistral es lo que la mayoría de nosotros hemos vivido durante nuestros estudios universitarios.

  31. Considero que los resultados del examen no han sido positivos o esperados por el profesor, puesto que a los alumnos siempre le cuestan la introducción de cambios, no por ser alumnos, sino a cualquier persona en sí, un cambio cuesta.

    Pero estoy totalmente de acuerdo con la metodología que está usando, siempre se ha dado prioridad a aprobar un examen, pero pienso que es secundario, se pueden estudiar los contenidos y en cuanto salgas del aula se han olvidado. Realizando este tipo de metodología pienso que es más activa y eficaz, los alumnos entienden e interiorizan mejor los contenidos y así le das un usa a estos.

    Es bueno realizar un examen, pero que sea dentro de toda la evaluación, realizando así una evaluación continua, así se ve la evolución o no del alumno y puedes centrarte más en sus capacidades, no simplemente evaluar por ese modelo, si no que sea una evaluación donde todo se tenga en cuenta, tantos actividades prácticas, como la prueba escrita.

  32. En mi opinión adoptar una metodología activa puede llegar a ser más efectiva en múltiples aspectos para llegar a profundizar o captar contenidos más que optar una metodología tradicional como la memorística por ejemplo. Con técnicas de trabajo cooperativo, aprendizaje basado en problemas o estudios de caso, como se menciona en la entrada de este blog, se puede llegar a profundizar de una manera más óptima en los contenidos que estemos tratando, y es que resulta innegable que darle sentido a lo que estamos “estudiando” en papel, o el hecho de darle una aplicación práctica supone dar un paso más en lo que asimilación de contenidos se refiere. Sencillamente podría resumirse en la expresión: “pasar de la teoría a la práctica”.
    Como bien citaba en su entrada, con esta metodología la evaluación era muy alta, pero entonces ¿por qué se produjo ese cambio al introducir una prueba objetiva que midiese los contenidos reales de la materia? Quizá la clave radique precisamente en ese aspecto, en los contenidos reales adquiridos, y es que en principio no debería de existir disonancia si se han obtenido buenos resultados a través de las diferentes técnicas con una metodología activa y entre una prueba objetiva en la que además se ofrece la posibilidad de tener delante los materiales. Claro está, no debería de existir disonancia si verdaderamente se han adquirido los conocimientos necesarios.
    Con este tipo de métodos de trabajo, en cierto modo, un alumno que no haya prestado demasiada atención ni profundizado mucho en los conceptos que se explican en clase podría superarlo sin problema por el concepto de responsabilidad diluida que se da con estos grupos de trabajo, en el que hay miembros que realmente no hacen nada. Así con estar atentos en el momento de toma de decisiones o de puesta en común de ideas, no tienen que asimilar realmente ciertos contenidos para obtener una buena evaluación.
    Esta podría ser una posible explicación del porqué de esos resultados. No obstante, me gustaría recalcar que considero que es una metodología adecuada, simplemente hay aspectos como la motivación de los alumnos que a veces se pueden escapar a nuestro control, y como bien se ha comentado, a los alumnos que están motivados hace que se impliquen aún más, pero a los que no puede hacer que se desmotiven aún más. Quizá un aspecto para trabajar en el futuro sería intentar medir el grado de motivación y tenerla en cuenta para ver cómo influye.

  33. Opino que los cambios siempre son complicados al principio, y más en educación, pero creo que es necesario el cambio que se plantea en la metodología. La enseñanza tradicional ha hecho que generaciones enteras conciban el aprendizaje como un profesor hablando delante de una pizarra y los alumnos tomando notas para luego poder superar el examen final. El cambio que se plantea hace que las clases se centren más en el aprendizaje que en la enseñanza. Escuchar el discurso de un profesor es sólo una forma más de aprender, pero hay numerosas formas que hasta ahora no se habían explorado (aprendizaje por descubrimiento, retos, aprendizaje cooperativo, etc.), por no hablar del enorme salto de calidad en el aprendizaje que nos proporcionan las TIC.
    Ahora bien, ¿cómo evaluar ese aprendizaje? Yo soy partidario que igual que se aprende de diferentes maneras también se debe evaluar de diferentes maneras, entre las cuales sí incluiría la prueba objetiva. Pero deben evaluarse también las aptitudes que hemos pretendido enseñar de forma práctica.

  34. En mi opinión, todo aquel profesor o maestro que emplea una metodología tradicional en sus clases, para mí, no es un buen maestro y, por lo tanto, creo que no debería dedicarse a esta profesión. Un maestro debe involucrarse en sus clases, hacerlas amenas, novedosas, participativas y debe intentar que todos los alumnos se vayan a sus clases con los contenidos claros, es decir, sin dudas y en caso de que las haya debe ser el profesor el que lo vuelva a repetir y explicárselo a ese alumno las veces que hagan falta; no creo que esté bien decirles a los alumnos “buscarlo en casa” o “lo dejamos para mañana”, etc. Me parece que este tipo de respuestas no son dignas de un profesor porque parece que éste no quiere enseñar, que no le gusta su profesión, y lo único que hacemos con este tipo de acciones es perjudicar a nuestros alumnos. Si a un profesor no le gusta lo que hace, se lo va a transmitir al alumno y por tanto, le va a desmotivar; es mejor que escoja otro camino que no sea el de la enseñanza.

    Por tanto, no emplear una buena metodología en las clases puede tener desagradables consecuencias para nuestros alumnos. Lo que empieza con una mera desmotivación y falta de interés puede acabar con ausentismo en las escuelas y consecuentemente con un nuevo caso de fracaso y abandono escolar.

    La metodología activa es el remedio perfecto para combatir estas horribles consecuencias y hacer del procesos de enseñanza-aprendizaje algo atractivo y motivante, tanto para los alumnos como para los profesores.

  35. Tras la lectura del artículo, según mi punto de vista la propuesta de llevar a cabo una metodología activa me resulta un poco extraña por la poca implantación que tiene en los centros educativos, aunque sí es cierto que me parece muy innovadora, eficaz y beneficiosa para el alumnado.
    Una de las diferencias más importantes por las que apuesto por la metodología activa en detrimento del aprendizaje tradicional, es porque éste método obliga a un aprendizaje mecánico, con contenidos que aparecen en un libro y de los que no te puedes salir de ellos, que en la mayoría de las ocasiones se estudian unos pocos días antes del examen donde el alumnado se lo juega todo para obtener una calificación numérica, y lo más deprimente de esto, es que pasado un poco tiempo se olvida con facilidad.
    Por otro lado, con la metodología activa y participativa se trabaja la interacción, la creatividad, se reflexiona, se aportan ideas y opiniones sobre temas de actualidad y contenidos que ofrece el profesor en clase, ya hoy día gracias a las nuevas tecnologías disponemos de mucha información útil, pero hay que saber buscar para obtener conocimiento, lo que genera el aprendizaje significativo.
    Creo que es importante resaltar también que para que éste método funcione, el profesorado debe estar muy implicado en lo que hace y tener una gran vocación profesional.

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