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  • 15-M: Hartos de estafas y de impunidad

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    Enviado el mayo 20th, 2011cguzmanCOSAS DE INTERÉS, Sin categoría

    Les dejo este escrito que resume con claridad los motivos de las protestas que están teniendo lugar en las calles de toda España.

    15-M: HARTOS DE ESTAFAS Y DE IMPUNIDAD

    Jueves, 19 de Mayo de 2011
    Por Juan Torres López, Catedrático de Economía de la Universidad de
    Sevilla es miembro del Comité científico de ATTAC-España
    (www.juantorreslopez.com) y Carlos Martínez, Politólogo y ex-
    Presidente de ATTAC España (carlosmartinezblay.blogspot.com)

    La inmensa mayoría de lo políticos, periodistas y tertulianos no han
    querido oír en los últimos tiempos a los jóvenes con tasas de paro del
    45%; ni a las miles de personas que reclamaban al Banco de España y
    los tribunales que los defiendan de las estafas de los bancos en forma de
    contratos de swaps, clips y demás engaños; ni a los cientos de miles de
    familias que han perdido la vivienda; ni a las docenas de miles de
    pequeños y medianos empresarios que cierran sus empresas porque no
    reciben ni un euro de bancos que usan las ayudas públicas para seguir
    especulando; ni a los padres y madres de familia que tienen cada vez
    más dificultades para llegar a fin de mes mientras los beneficios de las
    grandes empresas y bancos se disparan; ni a quienes decíamos que las
    medidas que se estaban tomando no eran para resolver la crisis sino
    para que quienes la habían provocado salieran de ella con más poder y
    más beneficios; ni a quienes empezaban a sentirse indignados porque el
    gobierno llamara a La Moncloa para crear empleo a los grandes
    directivos de las empresas y bancos que más puestos de trabajo han
    destruido en los últimos años.
    Han estado haciendo oídos sordos a todo esto. Nunca hablan de que los
    bancos matan de hambre a la gente ni explican cómo les engañan y
    quitan sus viviendas. Y ahora que la gente reacciona y sale a la calle
    harta de todo eso, quieren ser ellos los grandes intérpretes de lo que está
    pasando.
    Pero se van a equivocar de nuevo.
    Lo que está ocurriendo y lo que va a ocurrir en nuestras calles es
    bastante más sencillo de lo que parece. La gente ve, la gente lee y la
    gente entiende mucho más de lo que le ofrecen los medios propiedad de
    los bancos y de las grandes empresas que solo programan bazofia para
    que la mayoría de la gente ni vea, ni piense, ni sepa nada inconveniente
    para ellos. Cada vez más gente entra internet y habla con otras gentes
    para informarse por otras vías y ha empezado a descubrir que Botín,
    Miguel Angel Fernández Ordoñez, Francisco González, Rajoy,
    Esperanza Aguirre, Zapatero y compañía han montado una estafa
    colosal y que ya se ha empezado a cansar de soportarla.
    Se han dado cuenta de que sí sabían que se iba a producir una crisis de
    gran envergadura pero que la ocultaron para que no se viera la
    responsabilidad criminal de quienes la habían provocado, los bancos y
    las autoridades de los gobiernos y los bancos centrales que miraban a
    otro lado.
    Se han dado cuenta de que las multimillonarias ayudas que le dieron a
    los bancos con la excusa de que así se iba a reactivar el crédito para que
    no se siguiera perdiendo empleo ha sido también mentira porque lo que
    han hecho los bancos con ese dinero ha sido emplearlo en especular con
    la deuda de los gobiernos y así extorsionarlos mediante el auténtico
    terrorismo financiero que practican las agencias de calificación para
    exigirles reformas que les den aún más ventajas.
    Se han dado cuenta de que la reforma laboral, la de las pensiones, de las
    becas y ayudas a la educación, el recorte de salarios y las que vendrán
    para modificar la negociación colectiva o para privatizar los servicios
    públicos no tienen nada que ver con las causas de la crisis, sino que son
    la forma de abrir nuevos negocios para que sigan forrándose los mismos
    de siempre.
    Y la gente empieza a darse cuenta de que ya no se puede soportar tanto
    engaño en nuestra vida política, con cientos de cargos imputados por
    corrupción sin que los dirigentes de los partidos les digan nada, con un
    bipartidismo favorecido por una ley electoral sencillamente no
    democrática, por créditos bancarios que nunca devuelven y por medios
    de desinformación propiedad de las grandes fortunas o de empresas y
    bancos que solo informan de lo que les conviene. Es decir, miles de
    personas se han dado cuenta ya de que no vivimos en una democracia y
    que, por tanto, hay que reclamar la Democracia Real cuanto antes.
    Eso no es todo, porque también hay algo más.
    La gente que está en las calles, la que apoya a la que ya está en la calle
    y la que se va a ir sumando a la calle SÍ TIENE ALTERNATIVAS aunque
    los políticos convencionales se empeñen en descalificarnos diciendo que
    somos antisistema (cuando en realidad es el sistema el que es antinosotros)
    que solo sabemos protestar y decir que no.
    Somos muchos y de sensibilidades variadas pero basta ver los
    documentos que han ido circulando llamando a las manifestaciones para
    percibir que hay cuestiones comunes y básicas que nos unen a todos
    porque, por encima de nuestras diferencias, somos, sobre todo y
    simplemente, ciudadanos y ciudadanas que lo que queremos es algo tan
    elemental como democracia real y justicia de verdad.
    Entre otras demandas que pueden verse en los documentos de
    Democracia Real Ya u otras organizaciones que apoyan las
    movilizaciones, como ATTAC, queremos que haya una ley electoral que
    no sea discriminatoria, que garantice la igualdad de todos las personas
    ante los procesos electorales, queremos una jurisdicción que expulse de
    la vida política a los corruptos, queremos leyes de medios que garanticen
    pluralidad y no la concentración perversa de ahora….
    Queremos normas que garanticen que los banqueros y las grandes
    patronales no puedan extorsionar a los gobiernos ni imponer su voluntad
    a los poderes representativos. Queremos que las decisiones económicas
    las tomen aquellos que hemos elegido para que las tomen, y no otros
    disfrazados de mercados. Y que los mercados estén sometidos a la ética
    de la satisfacción social y no a la del lucro sin cese.
    Queremos recobrar las empresas que los gobiernos concedieron a bajo
    precio a capitales privados y que ahora se llevan nuestro capital y
    beneficios a otros lugares despidiendo a nuestros conciudadanos y
    prestando servicios mucho peores y más caros.
    Queremos una banca pública controlada estrictamente para que
    garantice financiación a los pequeños y medianos empresarios y a las
    familias.
    Queremos medidas de urgencia para que se investigue a los
    responsables de la crisis y paguen con dinero y cárcel por sus estafas,
    engaños y crímenes económicos en aquí y en los paraísos fiscales.
    Queremos una reforma fiscal que acabe con la injusta situación actual
    que permite que los más ricos prácticamente no paguen y que hace
    recaer la mayor carga impositiva en los asalariados y pequeños y
    medianos empresarios de rentas más bajas, arruinando así a las clases
    medias y trabajadoras que son el sostén de las democracias.
    Queremos que los poderes públicos impidan desde ya que siga habiendo
    miles de familias que pierden sus viviendas a manos de las entidades
    financieras, que se penalicen las actividades especulativas y que
    nuestro patrimonio natural y ambiental se siga destruyendo como hasta
    ahora solo para que ganen dinero unos pocos desalmados.
    Esto es más o menos lo que quieren estas personas, jóvenes y más
    maduras, que han irrumpido en nuestras calles como un tsunami que
    durará mucho más de lo que algunos se creen.
    No hace falta mucho debate para entender lo que piden, lo que pedimos.
    Es bastante elemental:
    Que los culpables paguen el daño que han causado, que si antes han
    salvado tan generosamente a los ricos, salven ahora a las personas, y
    que se garantice que las decisiones que se toman en las instituciones
    políticas sean las que hayamos decidido los ciudadanos y ciudadanas
    cuando elegimos a nuestros representantes y no, como está sucediendo,
    las que imponen los banqueros y grandes propietarios para salvar
    solamente sus intereses egoístas.
    Eso es todo lo que exigimos. De momento

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