Historia del Jardín

La catalogación de la flora de los jardines del Campus de Las Lagunillas impulsada por el Aula Verde de la Universidad de Jaén entre los años 2009 y 2011, que vio la luz en la publicación Flora Ornamental de la Universidad de Jaén (Salazar & Guerrero, 2012), puso en evidencia que la mayor parte de las plantas que poblaban el campus eran de origen alóctono. Apenas un 31% eran plantas autóctonas, propias al menos de la flora ibérica.

Este fue el germen de la creación de un jardín que estuviera compuesto de forma exclusiva por plantas autóctonas, con la premisa de que fuesen nativas en la provincia de Jaén. A partir del año 2011 comenzó el proyecto de diseño del Jardín de Flora Autóctona de Jaén (JFA), que intentaría representar la rica flora de la provincia, que se calcula contiene 2.170 especies y subespecies, de las cuales 80 son exclusivas (endemismos) en una superficie de alrededor de 1.500 metros cuadrados.

La heterogeneidad del territorio, que comprende cuatro unidades fitogeográficas bien delimitadas (Sierra Morena al norte, el valle del Guadalquivir en la parte central, la depresión del Guadiana Menor al sureste, y las Sierras Béticas en el resto del espacio provincial) y la diversidad climática debida a un amplio gradiente altitudinal (desde los 187 a los 2.164 metros) fue el primero de los criterios a seguir para organizar el JFA. Así, se establecieron las “escuelas” que representarían cada una de estas unidades. De forma simbólica, Sierra Morena y las Sierras Béticas se subdividieron a su vez en sus niveles bajo y medio, y bajo, medio y alto respectivamente. Para ello, en el extremo izquierdo se construyó una montaña de contorno ovalado, que representaría el ascenso en altitud.

 Asimismo, dado lo especial de la flora que crece en los afloramientos de yesos dispersos en las unidades Guadalquivir y Guadiana Menor, se dedicó un lugar específico en el extremo derecho para representar la flora gipsófita.

La diversidad de sustratos sobre los que se desarrolla la flora giennense requirieron la adición de materiales de yeso (procedentes de una cantera explotada por la empresa Knauf), y de sustrato silíceo (procedente de Sierra Morena), para recrear en el suelo las condiciones necesarias para su crecimiento.

Por último, los criterios fitogeográficos y bioclimáticos, se complementarían con un orden taxonómico, intentando reunir las plantas del mismo género y familia en cada uno de los sectores, para facilitar la localización de las especies.

Mención aparte merecen dos rocallas ubicadas en la parte central del jardín que representan la flora aromática y la flora endémica (generalmente especies amenazadas).

La selección previa de las especies a cultivar en el JFA fue llevada a cabo por el grupo de investigación RNM-350 “Geobotánica y Palinología: Aplicaciones al Medio Natural“, y se basó en los siguientes criterios principales: a) Flora representativa y más típica de los territorios representados, b) Flora endémica, c) Flora amenazada (presente al menos en la Lista Roja de la Flora Vascular de Andalucía), d) Flora protegida (el menos por la legislación autonómica) y e) Flora útil con propiedades medicinales, aromáticas y/o gastronómicas.

El listado definitivo de plantas ascendió a 176 taxones (161 especies y 15 subespecies) que se hallan incluidas en 54 familias botánicas, entre las que se encuentran las más típicas de la flora mediterránea (Compuestas, Gramíneas, Leguminosas, Labiadas, Cistáceas, Crucíferas, Umbelíferas, etc.). Esta es la cifra objetivo que se pretendía alcanzar en los primeros años de existencia del JFA.

La adquisición de las plantas necesarias fue posible gracias a una empresa especializada en viveros de planta forestal (Paisajes del Sur), que suministró buena parte de estas especies poco habituales en el mercado. Pero para las especies más escasas, muchas de ellas endémicas, amenazadas y/o protegidas por la ley, se recurrió al Laboratorio de Propagación Vegetal de la Junta de Andalucía, y a la Red Andaluza de Jardines Botánicos y Micológico en Espacios Naturales. Aun así, algunas de las especies seleccionadas hubieron de producirse directamente por los miembros del área de Botánica de la UJA, a partir de colecta de planta silvestre (cuando no se trataba de especies amenazadas).

Las primeras plantaciones se hicieron en la primavera del año 2013, y se prolongaron durante el año 2014 e inicio del 2015. Se alcanzó la cifra de 119 taxones y 1030 ejemplares, aunque gran parte de ellos (hasta 730) formaron parte de los setos y el vallado que delimitan el jardín. Esto suponía alrededor de un 67% de la cifra objetivo, por lo que se consideró que el estado era aceptable para ser inaugurado.

Se instalaron 12 paneles informativos, entre los que se encuentran el gran panel principal situado en la entrada del JFA, nueve carteles para los distintos sectores o “escuelas”, y los dos correspondientes a las rocallas. Asimismo, se dotó a cada planta de un pequeño cartel individual en el que se señalan sus características más importantes (familia botánica, nombre científico, nombre vernáculo, área de distribución, y grado de amenaza o protección legal si procede).

El día 5 de marzo de 2015, se inauguró el Jardín de Flora Autóctona, en un acto presidido por el Sr. D. Manuel Parras Rosa, Rector Magnífico de la Universidad de Jaén en aquel momento.

Las funciones principales para las que se creó el JFA son: el uso en la docencia del área de Botánica (grados de Biología, Ciencias Ambientales y Universidad de Mayores), la divulgación y educación ambiental al público en general, y la investigación, ya que puede ser objeto de estudio en trabajos de fin de grado y máster.

Hasta el momento, seis promociones de estudiantes de los grados de Biología y Ciencias Ambientales han podido conocer y estudiar este jardín. Más recientemente se ha utilizado para la impartición de asignaturas relacionadas con la Educación Ambiental, tanto en el grado de Ciencias Ambientales como en los de Ciencias de la Educación, incluyendo el máster de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato.

Como es habitual en todo jardín, entre los años 2015 y 2018, hubo especies que se adaptaron bien al medio, prosperaron e incluso proliferaron por encima de las expectativas. Pero también hubo bajas, sobre todo entre las especies silicícolas del territorio de Sierra Morena, como los brezos (Erica arborea, E. australis y Calluna vulgaris). Asimismo, hubo que reponer otras plantas que en primera instancia no se adaptaron bien, y posteriormente crecieron con normalidad.

En dicho trienio se incorporaron 32 especies en las distintas “escuelas” que representan los territorios giennenses, y 9 especies y 2 subespecies que se ubicaron en la rocalla de plantas endémicas. Entre ellas, destacó la plantación del endemismo Rivasmartinezia cazorlana, especie descrita en el año 2017 en Cazorla, que se enmarcó en un acto de la Semana Verde del año 2018.

A partir del año 2018, las incorporaciones han ido descendiendo en número, y parte de las plantas seleccionadas han tenido que ser producidas directamente a partir de semilla o colecta de plantas en el medio natural. La excepción son las especies amenazadas que puntualmente han ido proporcionando el Laboratorio de Producción Vegetal de la Junta de Andalucía, y Red Andaluza de Jardines Botánicos y Micológico en Espacios Naturales.

En el año 2018 se renovó toda la cartelería del JFA, adaptándose a la nueva imagen corporativa de la UJA. Desde entonces, los paneles muestran una mayor resistencia a las inclemencias climáticas (sobre todo la insolación), y los carteles individuales de las especies se han sustituido por piezas de metacrilato.

Es en el año 2019 cuando comienza el Proyecto de Innovación Docente “Potenciación del uso del Jardín de Flora Autóctona de la Universidad de Jaén como recurso educativo”, que supone un importante impulso a las funciones de enseñanza y educación ambiental para las que fue creado.

 Por último, al inicio del presente año 2021, se crea un nuevo acceso al Campus de Las Lagunillas, que atraviesa el centro del JFA, lo que le dará una mejor visibilidad y mayor volumen de visitantes. Aprovechando el periodo en el que se llevan a cabo las obras, se procede a la renovación de la rocalla de plantas endémicas, incluyendo seis nuevos endemismos.

A fecha de noviembre de 2023, el JFA cuenta con 150 taxones (138 especies y 12 subespecies), a las que hay que unir varias especies más que se encuentran en vías de plantación.

*Material propiedad de los/as autores/as. Proyecto PIMED38_201921.

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